El problema venía por el centro

Marco Verratti intenta no tener que volver a enfundarse la camiseta del PSG

Marco Verratti intenta no tener que volver a enfundarse la camiseta del PSG / EFE

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

La planificación de una temporada sirve para airear las carencias de la anterior. Y, por los movimientos del Barça en el mercado, queda claro el análisis que ha hecho la secretaría técnica sobre los problemas que llevaron a ganar solo un título la pasada temporada. Porque el club, aparte de Bellerín, se ha lanzado claramente a reforzar el centro del campo. Y eso que el overbooking de efectivos es más que evidente. La prioridad clara es firmar a Verratti o a Paulinho o, incluso, a los dos. Y los movimientos negociadores son un claro aviso a navegantes de que pueden irse buscando acomodo en otros equipos. Porque en el Barça no van a caber todos y algunos tiene pinta que acabarán saliendo por la puerta de atrás si deciden agarrarse a sus contratos millonarios como blaugranas.

Los síntomas de la debilidad del centro del campo hipotecaron las opciones del equipo e hirieron de muerte la imagen del equipo en París o en Turín. Ahí quedó claro que el Barça necesita líderes que dominen el balón, pero que también aporten físico. El fútbol ha evolucionado y el equipo blaugrana necesita mucha más velocidad en la sala de máquinas para que los tres de arriba puedan maravillar al mundo. Verratti es un futbolista total. Domina todos los registros en el centro y empuja a sus equipos, mientras que Paulinho es músculo con calidad. Se ha convertido en el sostén de la selección brasileña, la gran favorita para ganar el próximo Mundial.

La inversión en el centro hipotecará la llegada de más futbolistas de nivel en otras posiciones –salvo Bellerín, que viene a ser titular en el lateral derecho–. Es una apuesta clara. Robert lo fiará todo a la carta del centro. Y ahí solo cabe traer a los mejores. El futuro del equipo depende de su acierto y, por el momento, parece que su diagnóstico no va errado.