Primera parte insulsa, segunda trepidante

Memphis ante el Cádiz

Memphis ante el Cádiz / FCB

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Una vez más una primera parte muy discreta por parte del Barça, donde volvió a demostrarse que en el fútbol no sirve de nada dominar el juego, ser amo del balón, si eres incapaz de crear ocasiones de gol. El primer disparo a portería de los azulgranas llegó a las media hora, con un ‘tirito’ muy flojito de Memphis.

De largo, la nota positiva fue el descaro del jovencísimo Gavi, con gran personalidad y dándole sentido a todo lo que hacía.

Es cierto que en esa primera parte el conjunto de Koeman no sufrió nada en defensa, pero también, en contrapartida, estuvo romo en ataque, donde Luuk de Jong participó muy poco, nada, y donde Memphis Depay estuvo desdibujado. Arriba, el austríaco Demir volvió a hacer un juego tímido, sin desborde ni profundidad. El chico tiene que ser mucho más valiente a la hora de encarar.

Fue evidente la mejoría del Barça en el segundo periodo, con una marcha más y más intensidad, aunque no se transformara en gol. Solo Memphis puso a prueba a Ledesma, que sacó una buena mano. Koeman quiso tener el control de la banda derecha y por eso cambió a Demir por Sergi Roberto. Todos los planes del técnico azulgrana se fueron al traste con la injusta expulsión de Frenkie de Jong justo cuando el holandés había encontrado su mejor tono.

Para protegerse, el Barça sacó a Luuk de Jong y entró Coutinho, con la idea de controlar el centro de campo y jugar con Depay solo arriba. El Cádiz, con uno más, se sacó el miedo del cuerpo y asistimos a un tramo final trepidante, con idas y venidas, ataques en ambas áreas y emoción hasta el último segundo. El Barça hubiera podido ganar y también perder y seguramente acabará lamentando la gran ocasión de gol que marró Memphis.