La primera gran noche del Barça de Xavi

Gol Barça

Gol Barça

Pichi Alonso

Pichi Alonso

 El mejor Barça de la era Xavi se exhibió en Nápoles con una primera parte espectacular. El equipo desplegó un juego colectivo brutal en el que además destacaron algunas individualidades que se esperaban desde hacía tiempo. 

Empecemos por glosar una gran virtud del equipo: una presión tras pérdida que no se había visto desde hacía años. Y, como consecuencia, el equipo casi siempre jugó en campo rival, ejerció un control absoluto del juego y fue prolífico a la hora de generar claras opciones de gol. Por si fuera poco, en las dos primeras llegadas, dos dianas. Nada que ver con la falta de efectividad mostrada en el partido de ida.

Mención especial para De Jong. Frenkie fue el de las grandes ocasiones: un gol, múltiples llegadas, conducciones superando líneas y robos por doquier. En ningún momento el error de Ter Stegen se dejó notar. Tras el descanso, como era previsible, el ritmo del encuentro sufrió un bajón sensible. Con la llegada del cuarto gol, los intereses del Barça no fueron más allá de los de acenturar la posesión del balón y el control del partido. 

Xavi Hernández aprovechó la media hora final del encuentro para oxigenar al equipo y dar minutos, entre otros, a futbolistas como Riqui Puig que han tenido poca participación en los últimos enfrentamientos. En líneas generales, en un campo tan exigente como el Diego Armando Maradona, vimos la mejor versión coral del Barça.

El equipo compitió como nunca frente a un rival de primer nivel y demostró haber dado un paso adelante a la hora de afrontar la parte más decisiva de la temporada. Tan solo lamentar, una vez más, algunas lagunas puntuales en labores defensivas que hicieron que el meta Ter Stegen encajara dos goles.