El primer culpable ha sido el FC Barcelona

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Es plausible que Joan Laporta, como presidente del FC Barcelona, tardara un segundo en salir a la palestra y lamentara el bochornoso espectáculo que se vivió el jueves por la noche en el Camp Nou y que ya forma parte de la negra historia de la entidad. Igualmente, que su vicepresidenta institucional, Elena Fort, se disculpara este Viernes Santo públicamente: “El responsable máximo de lo que ocurrió es el club”. Es sanísimo que haya autocrítica. Cuando las cosas se hacen mal, se admiten. Y punto.

Por otra parte, Enric Masip, como asesor del presidente, no estuvo muy afortunado al tuitear antes del partido que “todo el mundo tiene derecho a vender sus carnets”. Además de que está expresamente prohibido, no fue esa la razón que provocó la esperpéntica escena de ver a cerca de 30.000 aficionados alemanes en el Estadi. El FC Barcelona controla aproximadamente 41.000 entradas. Las 15.000 que siempre están en su poder y las 25.000 que liberaron los abonados por el COVID. Además, a comienzo de semana, el club pidió en un comunicado que aquellos otros socios abonados que no acudieran a ver el partido de la Europa League también las liberaran para poder venderlas. Ha primado el afán recaudatorio del FC Barcelona por encima de cualquier otra cosa, porque hubiera podido ponerlas a precios populares para que los socios no abonados fueran con sus familias al Camp Nou. Por ejemplo…

Que un club de fútbol, cualquiera, no controle el destino de sus entradas, que no participe en el circuito de estas, es grave. ¿Qué papel ha jugado en todo esto el Área Social del club, otrora impecable en su funcionamiento? Porque, además, llueve sobre mojado. ¿Los tours operadores? En abril de 2019 el FC Barcelona vetó a tres de estas agencias y expedientó a 747 socios en una clara política de poner fin a la reventa. Estaría muy bien que el día que Joan Laporta salga a dar explicaciones les diga a los socios qué agencias han vendido esas entradas y si hoy en día hay alguna de las expedientadas trabajando con el club. Por cierto, afirmó el presidente que a partir de ahora las entradas al Camp Nou en competiciones internacionales serán nominales. Pregunto: ¿no lo eran ya?

Los 3,5 millones de recaudación que hizo el club el jueves habrán sido los más amargos de toda su historia. Primero, porque no sirvió para que el equipo alcanzara las semifinales, con el consiguiente perjuicio deportivo y económico. Segundo, porque hará bien atándose los machos: la multa de la UEFA será de las que escocerán. Y tercero, y más importante, por la imagen ofrecida a Europa. Nunca, jamás, debe volver a ocurrir lo mismo.

Y dicho todo esto, una última reflexión: la masa social del FC Barcelona también se lo tiene que hacer mirar.