'Barçagate': O ruedan cabezas o el club se querella

Bartomeu representó al Barça este lunes en la reunión de Nyon

Bartomeu representó al Barça este lunes en la reunión de Nyon / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça estuvo este lunes en el centro de la diana por unas acusaciones muy graves lanzadas por la Cadena Ser en su programa “Què t’hi jugues” según las cuales el club habría contratado una empresa que a su vez activó decenas de cuentas de Twitter y Facebook desde donde se difamaron o ridiculizaron actuales jugadores como Messi o Piquéopositores como Joan Laporta y VIctor Font y leyendas del club como Xavi o Guardiola.

El club admitió que había contratado efectivamente a la empresa por razones de reputación, pero negó de manera rotunda todas las acusaciones en un comunicado, negación a la que se sumó la propia empresa implicada. Si la Cadena Ser no aporta ninguna prueba más, el Barça logra al menos, de momento, desvincularse de estas cuentas y salir indemne de una acusación salvaje, que lo vincularía con algo tan siniestro como sería haber intentado desprestigiar los propios activos del club.

Sin embargo, el club carecerá de credibilidad si pretende zanjar este asunto solamente con un comunicado: si realmente se siente limpio no tiene otra salida que poner una demanda contra el medio o contra la empresa e ir hasta el final para certificar su inocencia. Estamos, pues, ante una situación binaria: o ruedan cabezas o se judicializa el asunto, dada su gravedad.

EMPRESAS DUDOSAS, ELECCIONES DE FONDO

Más allá de la acusación, cabe preguntarse por qué el Barça contrata a una empresa reputacional en Sudamérica (¿no las hay aquí suficientemente buenas?), y si es lícito, e incluso ético, gastar en tales empresas las cantidades que este lunes se aseguraban, alrededor del millón de euros. Partiendo de la base de que nadie del club, efectivamente, hubiera activado nunca ninguna cuenta contra nadie, el asunto sigue teniendo un aspecto turbio.

Y es inevitable, por no decir imposible, desligarlo de la dinámica electoral en la que ya se encuentra el club. Los misiles que vimos este lunes parecen el anticipo de una guerra electoral que puede ser muy sucia. Preparémonos porque queda todavía un año y medio.