La portera y el punto de partida

Marco Verratti busca nuevos retos después de jugar cinco temporadas en las filas del PSG y ganarlo todo (15 títulos)

Marco Verratti busca nuevos retos después de jugar cinco temporadas en las filas del PSG y ganarlo todo (15 títulos) / EFE

Jordi Costa

Jordi Costa

Para quienes sentimos envidia del PSG en la eliminatoria de Champions contra el Barça –en la ida, claro– parecía impensable que Marco Verratti se pusiese a tiro este verano. Los fichajes frustrados de Thiago Silva y Marquinhos hacían -y hacen- pensar que captar un jugador del que el equipo parisino no se quiera desprender es inviable, pero resulta que el italiano quiere cambiar de aires.

Al margen de adivinar si Verratti desea realmente irse a un equipo ganador o sólo presionar para mejorar su actual contrato, el interés del Barça por el transalpino deja varias conclusiones. La primera es que, dos años después de la marcha de Xavi, el Barça quiere desandar el camino andado con su centro del campo. Hubo un tiempo en que Luis Enrique prefirió a Rakitic que a Kroos, y otro en qué apostó por opciones más jóvenes como André Gomes o Denis, pero traer a Verratti supondría ir a buscar un mediocampista de referencia. Lo más parecido a Xavi que ofrece el mercado, si nos olvidamos de Thiago, que ya renunció a la repatriación. Representaría la confirmación que Valderde desea un regreso al punto de partida en lo que atañe al peso del centro del campo respecto al del tridente.

Sin embargo, Verratti suena también a negociación difícil y carísima. Un fichaje de la portera de Núñez, vaya, al nivel de ir a buscar a Bellerín para el lateral derecho o a Dembelé para el extremo ahora que sus precios ya son prohibitivos. Es más: el Barça no va a pagar, porque no puede ahora mismo, las cantidades que han circulado. De modo que habrá que confiar que la secretaría técnica encabezada por Robert tenga opciones alternativas mucho más baratas e igual de eficaces para recomponer las posiciones descubiertas. Volviendo al centro del campo, una alternativa que seguro haría feliz a Valverde, porque le conoce del Athletic y porque encaja a las necesidades del equipo, sería Ander Herrera. Una combinación de talento y agresividad parecida a la que promete Verratti. No obstante, aunque le quede un año de contrato, tampoco parece fácil que el Manchester United vaya a dejarle escapar. Lo mismo que Pjanic en la Juve.

A partir de ahí, entramos más en el campo de las promesas y del buen ojo en detectarlas que de jugadores de primer nivel acreditado. Como sugirió Bartomeu hace algunas semanas, vendrán algunos fichajes ilusionantes y otros no tanto. Quizás no nos llenen tanto como Verratti pero, ante la falta de recursos económicos, al Barça le tocará afinar el ingenio.