¿Por qué el Barça ha tenido esta actitud con el voto electrónico?

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Toni Frieros

Toni Frieros

Estamos de acuerdo en que todas las opiniones son respetables. De la misma forma que es inaceptable que, ante hechos y circunstancias idénticas, primero se diga blanco y después, negro. Afirmar que Víctor Font  fue el gran perdedor de la Asamblea de compromisarios del pasado domingo es tremendamente injusto y, también, no querer reconocer la contundencia de los hechos

¿Cómo se puede tildar de fracasado a un socio, se llame como se llame, que ha sido capaz de conseguir 5.000 adhesiones en tan solo quince días? ¿Cómo se puede despreciar a un socio, sea quien sea, que por primera vez en la historia del FC Barcelona ha logrado introducir un punto nuevo en el orden del día de la Asamblea? Un socio, no lo olvidemos, que obtuvo el  60% de los votos a favor de su propuesta, tumbada por  el reglamento vigente, que exige que sea aprobada por dos tercios de los sufragios. Es decir, un mínimo del 66%.

2008: Moción de censura

Los que despotrican ahora de Víctor Font son los mismos que en julio de 2008 cantaron como un gran triunfo (que lo fue) que Oriol Giralt sacara el 60,6% de los votos en la moción de censura contra Joan Laporta y su junta. Recuerdo algunas portadas y titulares del día después: Que si golpe a Laporta, que si  Laporta estaba más frágil, que si había sido derrotado por la mayoría de socios y mantenido por los Estatutos... ¿En qué quedamos, señores? ¿Lo de Víctor Font ha sido un hazmerreír y lo de Oriol Giralt fue una victoria sinigual? Ni el FC Barcelona ni su junta directiva, y mucho menos Bartomeu, necesitan palmeros ni amanuenses.

La Asamblea del domingo fue ‘cocinada’ y trabajada a conciencia por ‘culpa’ de la aparición de Víctor Font, que trastocó los planes de los ideólogos del club. Estaba prevista que fuera fácil y rápida. Cómo sería que hasta habían eliminado del orden del día el siempre esperado informe deportivo. No tengo pruebas para afirmar si la larguísima disertación que hizo Maria Teixidor sobre el voto electrónico se hizo a propósito para aburrir al personal. Sí que fue un ejercicio de tacticismo político brutal. Primero, despotricar de la propuesta. Después,  votar a favor de ella. ”Así no perdemos”, deberían pensar. Ese retintín en las palabras de Maria Teixidor destiló cierta soberbia, desprendió ironía, pero al mismo tiempo mereció el sopapo de una veterana compromisaria que le afeó ese juego de manos.

El FC Barcelona no quiso que fuera el vicepresidente primero Jordi Cardoner, máximo responsable del área social, quien presentara la propuesta de Font en  la Asamblea. Quería evitar que ese ‘tuya mía’ se interpretara como un duelo ‘preelectoral’ entre ambos... si es que Cardoner, finalmente, decide saltar al ruedo. 

Las razones

¿Por qué el FC Barcelona ha mantenido esta actitud en el tema del voto electrónico? Primero, porque nunca pensó que Font se saliera con la suya. Fue una sorpresa en toda regla. Y eso condujo a la segunda razón: no podían permitir que Font utilizara como  baza electoral un tema en el que FC Barcelona lleva trabajando desde 2015. 

Es cierto y está contrastado. El FC Barcelona creó un grupo de trabajo formado por el área social y el área de sistemas  para estudiar su implantación. Incluso, hablaron antes que Font con la empresa SCYTL para trabajar en un software conjunto. Hace tiempo que Bartomeu en persona pidió a los ejecutivos del club que  agilizaran esta cuestión, pero siempre se topó con la misma respuesta: no es seguro. Y el FC Barcelona, adelantado y pionero en tantas cosas, cometió un grave error: nunca explicó ni hizo constar en su Plan Estratégico 2021 que trabajaba en modernizar la participación de los socios en las decisiones del club. No le hubiera costado nada. De haberlo hecho, este adelantamiento por el carril derecho que ha efectuado Víctor Font no se hubiera producido. Por eso ha escocido tanto.