Por obligación

El momento de Ansu

El momento de Ansu / sport

Xavi Torres

Xavi Torres

Que la pandemia ha hecho mucho daño a los clubes de fútbol es una evidencia. Al FC Barcelona, también. Dice Josep Maria Bartomeu que, por su culpa, Lautaro Martínez y Neymar no podrán vestirse de azulgrana la próxima temporada.

La crisis económica provocada por la sanitaria los ha borrado de la lista de objetivos porque son futbolistas muy caros. El presidente del Barça ha dejado claro que ha llegado la hora de la gente joven. Así, Fati (17 años), Riqui (20) y Araujo (21) van a disponer de dorsal del primer equipo y, también, los fichados Pedri (17) -5 millones de euros-, Trincao (20) -31 millones- y Matheus Fernandes (22) -7 millones-. Veremos.

Sucede que el presidente traza su discurso sin atender al relato entero de los hechos porque el caos no se inició tras el decreto del estado de alarma del pasado 14 de marzo sino mucho antes. Por no extendernos más allá de las cinco temporadas de su mandato y atacando solamente el ámbito deportivo, hay que recordar que el Barça de Bartomeu se ha gastado 1.064 millones de euros en fichajes para el primer equipo cerca de 1.200 si jugamos con las variables con un triste bagaje de rendimiento. Lo que debía ser una inversión para darle continuidad al proyecto deportivo del mejor Barça de la historia se ha convertido en un equipo gris que desespera al mismísimo Messi.

Además, se intuye un agujero económico que condiciona el resto de los proyectos, ‘Espai Barça’ incluido. Después, por supuesto, el coronavirus ha ayudado a aumentar el desastre, eso sí, alejando al público del Camp Nou y a la Junta, de sus opiniones que, por cierto, se advertían ruidosas.

Parece, pues, que ha llegado la hora de los jóvenes. De Riqui Puig, el talentoso centrocampista catalán que ha provocado año tras un año un debate resuelto por el compromiso de determinados entrenadores que lucharon por su continuidad ante el nulo interés de algunos jefes cegados por su físico. Y también, la hora de Fati, ese delantero que estuvo a punto de volar y a quien Joan Barbará, hombre de club y ayudante de Ernesto Valverde, descubrió en un entreno del juvenil por casualidad y promocionó hasta el primer equipo sin pasar por el filial ni seguir el plan previsto por el club. Hoy, dice el presidente, ellos y unos cuantos jóvenes más van a tener su oportunidad.

Otros muchos compañeros, también con excelentes cualidades, el deseado Eric Garcia, por ejemplo, tuvieron que emigrar ante la desastrosa política deportiva de los últimos años, cuando la cartera arrasó con la cantera. Que nadie saque pecho. Hoy, porque no hay más remedio, toca acordarse de la Masia.