A por la Liga

Este equipo aún no ha reído por última vez esta temporada

Este equipo aún no ha reído por última vez esta temporada / AFP

Carles Sans

Carles Sans

Si los milagros son milagros porque casi nunca ocurren, la magia es magia porque raya con lo imposible. No se puede apelar cada día a la santería ni a los prodigios de un equipo que hace ya bastantes jornadas que da repetidas muestras de flaqueza mental y física. Demasiado pedido para que se sirva dos veces en un solo mes. El miércoles el Barça dio todo lo que le quedaba ante un equipo muy solvente que construye a partir de la destrucción ordenada del juego contrario. Un muro infranqueable que te va drenando el ánimo a cada intento. Al equipo no se le puede reprochar nada de lo que hizo el miércoles; si acaso, de lo que hizo en la ida, allá en Turín. Y tal como dice Fito y sus Fitipaldis en una de sus mejores canciones, “las prisas no son buenas…”. Y el Barça tuvo que tirar de las urgencias para superar un resultado demasiado abultado para remontarlo, y más si enfrente se encuentra un equipo italiano.

Lo mejor estuvo en la actitud de todos, y tal vez de manera especial la de Neymar, Messi, Jordi Alba, y ¡cómo no!, la de Gerard Piqué, un jugador del que me he declarado varias veces incondicional, porque saca a relucir en las grandes ocasiones la garra que se llevó consigo Carles Puyol. El miércoles estuvo corriendo el campo como central y como delantero centro a la vez, evidenciando la voluntad de perseguir lo imposible. 

Lo peor, a parte de la eliminación de la Champions, que no es poco, puede ser las secuelas físicas y psicológicas que pueda tener este resultado para el partido del domingo en el Santiago Bernabéu. Una victoria permitiría albergar ciertas esperanzas por alzarse con el campeonato liguero y aliviaría un poco la frustración acumulada a día de hoy. Ganar en Madrid sería la manera de devolverle al público culé el extraordinario apoyo brindado el miércoles en el Camp Nou. Vamos a por la Liga mientras haya posibilidades. Porque, no nos engañemos, ganarle la Copa del Rey al Alavés, si se gana, no sería suficiente para ocultar las carencias de la temporada.