Por si hay la tentación de tirar la Liga

Valverde, cabizbajo, en un momento del FC Barcelona - Athletic Club de este sábado en el Camp Nou. El equipo azulgrana no pasó del 1-1 en su campo

Valverde, cabizbajo, en un momento del FC Barcelona - Athletic Club de este sábado en el Camp Nou. El equipo azulgrana no pasó del 1-1 en su campo / Valentí Enrich

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Dos puntos de nueve en tres partidos de Liga en seis días previos al encuentro de Champions presumiblemente más decisivo de la fase de grupos. Dos puntos de nueve, o lo que es lo mismo, siete puntos perdidos en tres partidos de Liga en los que Valverde ha tirado de rotaciones como nunca lo había hecho: contra el Girona, fuera Rakitic y Coutinho; ante el Leganés, Alba y Suárez al banquillo y ante el Athletic, doble salto mortal con tirabuzón, el máximo riesgo que puede tomar un entrenador del Barça, Busquets y Messi, suplentes. Umm, no sé, demasiados cambios en muy poco tiempo y, sobre todo, muy pronto, al mes de iniciarse la temporada, cuando las piernas de los jugadores no deberían estar tan cargadas como para arriesgarse a cargarse la Liga. ¿0 no? ¿O tal vez hay la tentación de contemporizar en la Liga para poner toda la carne en el asador en la Champions? Pues miren, yo no lo descartaría.

Todo a la champions. En el fútbol-espectáculo de nuestros días en el que los partidos se juegan tanto en los terrenos de juego como en las redes sociales, las polémicas mediáticas, las guerras de vanidades de los premios y las bravatas de los telepredicadores, se han producido situaciones que podrían estar haciendo mella. En el ambiente se ha instalado la sensación de que la Liga cada vez vale menos. Este año hemos visto que el Madrid quedó a diecisiete puntos del Barça, es decir, fue humillado, pero al ganar la Champions acapara todo el protagonismo y los premios. Cuaja la idea de que no eres nadie si no ganas la Champions. También entre los aficionados, que no acaban de estar contentos con el doblete Liga/Copa, en contraste con los madridistas, que están como unas castañuelas con su Champions. Los jugadores pueden estar psicológicamente condicionados; no en vano, el tan alabado mensaje de Messi va en este sentido. Puede que algo de lo que sucede no sea tan ajeno a este estado de opinión. Pero por si acaso, solo por si acaso, hay la tentación de tirar la Liga para ganar la Champions, un humilde consejo: es muy pronto para jugar con fuego y arriesgarse a quedarse sin Liga... y sin Champions.