Por fin reaparece un gran Barça en Europa

Gran imagen la que ofreció el Barça en Turín. Solo un pero: la falta de acierto en la finalización. Con un poco más de fortuna, los de Ronald Koeman habrían podido llegar al descanso con el partido ya resuelto. Y al final, con goleada.

Y para todo ello, varios cambios importantes. El equipo supo defender como un bloque sólido, pero ayudas recibiendo ayudas importantes en banda. Dembélé y, en especial, Pedri se desvivieron para solidarizarse con sus laterales. Atención especial a Dembélé, que marcó y, escorado en banda derecha, demostró que es su posición natural. Por fin una versión muy mejorada de Griezmann, con palo, gran pase a Messi y una mayor participación. Aún así, todavía se espera más del francés.

Lamentar la lesión de Araujo tras realizar una gran primera parte en la que estuvo muy exigido por Morata.

continuidad. Otra de las grandes noticias de la noche fue que el buen juego del Barça se prolongó más allá de unos minutos. El equipo supo mandar y general peligro durante los 90 minutos. Y eso sí, incidir, una vez más, en que no se pueden perdonar tantas ocasiones de gol porque al final se puede pagar muy caro. Griezmann y Dembélé dieron un paso al frente, pero lo de Pedri es digno de reseñar como algo especial. El canario, pese a su edad, firmó un partidazo y mostró a todo el mundo que merece la titularidad en los grandes partidos. Su progresión y adaptacion al estilo de juego azulgrana es brutal.

Sin lugar a dudas, el Barça firmó su mejor actuación coral en mucho tiempo. Y más teniendo en cuenta que era en Champions, frente a la Juve y en Turín. Un gran partido que invita como mínimo a recuperar el optimismo perdido.