Por favor, que empiece esto ¡ya!

Suárez, Piqué, Neymar y Messi han felicitado a los Golden State Warriors por su victoria en la NBA

Suárez, Piqué, Neymar y Messi han felicitado a los Golden State Warriors por su victoria en la NBA / EFE

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

El Barça necesita ya mismo ponerse en marcha. El Barça necesita, cuanto antes, ver vestido de entrenador, ¡pero ya! a Ernesto Valverde. El 

Barça tiene que empezar a ofrecer imágenes deportivas, jugadores entrenándose, estrellas tocando el balón, partidillos de pretemporada, futbolistas apareciendo en la tele, incluso, en TV3, con quien, al parecer, están muy, muy, enfadados, para que el ambiente empiece a ser el de un equipo de fútbol y no el de una entidad descabezada, según la oposición o, simplemente, un mercado de fichajes, donde jugadores, que no han empatado con nadie, cuestan, casi todos, 100 millones de euros.

El Barça, que incluso ha quemado en cuestión de horas, la noticia más importante de la temporada (la anterior y la que viene, la de la década), como es la renovación, casi de por vida, del enorme Leo Messi, necesita ofrecer a la ‘gent blaugrana’, cuanto antes, aquello que más une y que, cierto, aún provocando multitud de controversias, polémicas y teorías, más atención provoca: el fútbol, los jugadores, las alineaciones, el juego, las ilusiones, los sueños.

No hay nada peor para un equipo de fútbol (y más si hablamos de un Barça perdedor o no tan ganador) que el parón veraniego tras una temporada mala, pobre, insuficiente. El problema de la carencia de gloria absoluta la pasada temporada se transforma en más que preocupante (tal vez por eso se fue Luis Enrique) al comprobar que la vitrina ha ido decreciendo en los tres últimos ejercicios: triplete en la temporada 2014-15 (Champions, Liga y Copa del Rey ¡excepcional!), doblete el pasado año (Liga y Copa, ¡fantástico!) y solo la Copa en la temporada reciente.

El Barça necesita ponerse en marcha ya mismo y no solo, no, por recuperar la posibilidad de aumentar su palmarés y regresar a la senda del triplete, lo que puede sonar a locura pero ha de ser, lógicamente, el objetivo de cada año de un equipo que tiene 700 millones de euros de presupuesto y, por descontado, tres de los cinco mejores jugadores del mundo.

Pero el Barça precisa empezar a entrenarse porque uno cree que buena parte de las carencias, de los problemas (futbolísticos especialmente, claro), eran de entrenador. Se ha dicho poco, pero el hecho de que Luis Enrique (no digo que no fuese con buena voluntad y honestidad) anunciase con meses de antelación que dejaría al equipo (no tirado, no, lo dejaría, simplemente) no pudo reportar nada bueno al día a día del vestuario, al funcionamiento del equipo y, sobre todo, a la comunicación y motivación de la plantilla azulgrana.

Y no estoy insinuando (¡Dios me libre!) que algunos de ellos pensasen que, si el míster no iba a continuar con ellos, podían pasar de todo. No, no estoy diciendo eso. Simplemente digo que ni siquiera tú mismo, por más que te lo propongas, vas a comportarte y, sobre todo, tomar decisiones y apretar a los muchachos como lo harías si te quedasen tres años más de contrato.

No digo que la aparición de Ernesto Valverde y su equipo más próximo lo cambie todo. Ni hablar. Pero es evidente que, además de ponerse en marcha ¡ya!, el Barça y su entorno, los medios, las noticias que surgen de la Ciudad Deportiva, han de empezar a tener un tono más optimista que el que despertaba en los últimos meses de Luis Enrique.

Uno no espera que las conferencias de prensa que se vivan en la ‘Joan Gamper’ sean del maravilloso y reconfortante estilo que protagonizaba Pep Guardiola, no, donde cada respuesta, al margen de ser precisa, graciosa e iluminada, siempre solía ir precedida del nombre propio del periodista que preguntaba, lo que convertía en un pequeño halago la propia pregunta.

No, no digo solo eso, aunque intuyo que Valverde mejorará, sin duda, el ambiente crispado que se vivía en aquella sala y convertirá la charla en algo mucho más llevadero y, sobre todo, agradable, útil. Los periodistas que vamos allí queremos contar cosas estupendas y, sobre todo, deseamos trasladar a la ‘gent blaugrana’, socios, aficionados y seguidores, la opinión de su entrenador, sus ideas y, sobre todo, lo que es, para mí, más importante: su ‘tarannà’. ‘Tarannà’, palabra mágica del catalán. Es vital, importantísimo, que el entrenador del Barça tenga un talante abierto, agradable, comunicativo, cómplice, sincero.

Yo creo mucho en esas cosas y no solo para la práctica futbolística sino en el día a día, en casa, en la oficina, con los amigos. Valverde sabe dónde se mete y sabe que tiene en sus manos la mejor plantilla que ha tenido nunca. Y sabrá sacarle partido, con o sin Verratti, con o sin Bellerín, pero con Piqué, Busquets, Iniesta, Rakitic, Luis Suárez, Messi y Neymar. 

Un lujo, de verdad.