Pocas bromas con la renovación de Alba

El gran momento de forma de Jordi Alba no puede tapar las carencias en la planificación

El gran momento de forma de Jordi Alba no puede tapar las carencias en la planificación / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Jordi Alba se le ve cabreado cada vez que le preguntan por la renovación. Ya tuvo que desmentir, visiblemente molesto, algunas informaciones que apuntaban que su nuevo contrato estaba a punto de firma, si no efectivamente firmado. Ve cosas raras, filtraciones interesadas, no entiende tanta demora incluso para mantener negociaciones estables. No es bueno que se entre en el terreno de la desconfianza entre el jugador y el club. El Barça ha hecho mucho por Alba de la misma forma que Alba ha dado, y está dando, mucho al Barça.

Si no fuera porque puede sonar a ñoño, diría  que están hechos el uno para el otro. El Barcelona se supo tragar el error de haberle dejado escapar cuando le tenía en su fútbol base y le sacó del Valencia para ofrecerle el mejor escaparate para que diera el salto definitivo en su carrera y se convirtiera en uno de los mejores laterales zurdos del mundo. Alba ha crecido hasta el infinito con la camiseta azulgrana. En ningún otro equipo hubiera encontrado el ecosistema que se adaptara a sus condiciones técnicas. De pequeño se había iniciado en el estilo Barça y de mayor se encontró con Iniesta Messi, ¡palabras mayores, señores! para desarrollarlo y disfrutarlo. Un privilegio al alcance de muy pocos que, hay que reconocerlo, el jugador ha tenido el mérito de aprovechar al máximo. Tanto es así, que no hay en estos momentos otro jugador que se entienda tan bien en el campo con el mejor futbolista de todos los tiempos, un tal Leo Messi

Pues bien, si Alba tiene una cierta deuda de gratitud con el Barça, también la tiene el Barça con él. Son ya siete temporadas con un rendimiento sobresaliente y una actitud irreprochable. Siete temporadas como dueño y señor de la banda izquierda, un carrilero potente y con suficiente capacidad técnica para asociarse prácticamente de igual a igual con el podio del Balón de Oro, XaviIniesta Messi. Y claro, el mejor lateral izquierdo del mundo tiene un caché elevado.

EN SU MEJOR MOMENTO

Con 29 años, Alba aprieta porque sabe que está en el mejor momento de su carrera y ello asusta al club. En estos casos, nunca me ha gustado trasladar las emociones, gratitudes y esfuerzos compartidos al terreno frío e injusto de los números. No todo empieza y acaba en el dinero, o no debería ser así. Pero, bueno, si hay que llevarlo, también hay razones para que una parte entienda a la otra y la otra a la una. Alba podría hacer una rebaja pensando en el privilegio de seguir siendo el mejor socio de Messi y el Barça podría hacer un esfuerzo teniendo en cuenta que hace siete años pagó una cantidad razonable por él, 14 millones, y ahora tendría que pagar no menos de cincuenta por un sustituto de su categoría, si es que lo hay, que lo dudo. 

Y luego está lo que no tiene duda, que Alba es absolutamente insustituible en el esquema de juego del Barça. Esta temporada, estas últimas semanas, para ser más exactos, ha quedado demostrada la importancia que tiene en el equipo de Valverde. Cuando Alba no juega, el Barça no gana. Cuando el entrenador le rota, el entrenador tiene que sacarle de urgencia para que le saque las castañas del fuego. El mismísimo Messi echa en falta sus incursiones por la banda izquierda para lanzarle balones que luego Jordi le devuelve con el marchamo de gol. Con los ojos cerrados le encuentra Leo y ni con los ojos bien abiertos es capaz de ver a nadie si Jordi no juega.

La Albadependencia es altísima en estos momentos. El último partido contra el Athletic no puede ser más significativo. Estaba Messi, pero la banda izquierda fue un desastre, ofensivamente hablando. Alba es un puñal que entra despiadadamente en las entrañas de la defensa rival y sin tal arma letal, el Barça creó muy pocas oportunidades y se quedó a cero por primera vez en un año en la Liga. Y luego está lo que defiende, lo que no todo el mundo ve, pero que está ahí, lo mucho que corrige con esta punta de velocidad para llegar a zonas que no son la suya. No le den más vueltas, que ambas partes se sienten con ánimo constructivo y hagan un esfuerzo por llegar a un acuerdo antes de que se todo esto se pudra. Con la renovación de Alba no se pueden hacer bromas.