Y Piqué hizo callar a Cornellà

Piqué prometió el día de su renovación que daría titulares en el derbi. Su guerra dialéctica con el Espanyol ("es el Espanyol de Cornellà"), había encendido los ánimos del club y la afición blanquiazul. El futbolista blaugrana, harto de los insultos que recibe (él, su esposa y hasta sus hijos) en el estadio perico, había contraatacado metiendo el dedo en la llaga que más duele a los españolistas. Pero no tenía suficiente con las palabras. Quería más. Y su venganza fue total. Fue futbolística. Con un gol que le dio un punto de oro al Barça...

Valverde sorprendió con su revolucionaria alineación. Cuatro cambios en el equipo titular. Y Messi en el banquillo. El técnico apostó por las rotaciones pensando en el partido del próximo jueves contra el Valencia. Convencido de que la ventaja en la Liga es suficiente, había que reservar fuerzas para la Copa. Y, en esta ocasión, se equivocó. Porque un Espanyol con hambre supo adaptarse mejor a la piscina de Cornellà bajo un intenso diluvio y a punto estuvo de llevarse el triunfo. 

Ahora va a resultar que el Espanyol es la 'bestia negra' del Barça. Fue el primer equipo que le ganó un partido esta temporada: en la ida de los cuartos de final de la Copa. Y casi lo consigue también en la Liga. ¿Casualidad? Seguramente no. Si el Espanyol jugara siempre como lo ha hecho en estos dos encuentros contra el Barça no estaría temiendo por el descenso...

El Barça sufrió mucho, muchísimo, para sumar un punto y mantener su racha de imatibilidad en la Liga. Al final tuvieron que salir Messi, Sergi Roberto y Jordi Alba para evitar la derrota. Pero fue la cabeza vengadora de Piqué la que logró el gol del empate. Un gol con mucho mensaje.