Piqué, “no es lo que hay”, es lo que no hay

Piqué, en el eje de la zaga ante el Atlético

Piqué, en el eje de la zaga ante el Atlético / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La frase más utilizada en Can Barça para explicar la crisis deportiva y económica del club es “es lo que hay”. Hemos visto a Piqué encogerse de hombros y lanzar la frasecita de marras y a Koeman, en la versión tiqui-taqui, llegar a la misma conclusión. Pues bien, no me sirve el “es lo que hay” por cuanto significa resignación y conformismo cuando lo que se necesita para salir de una situación difícil, no solo en el fútbol, sino en cualquier orden de la vida, es precisamente lo contrario. Coraje y determinación, eso es lo que hay tener. Y solo se puede acertar en el diagnóstico del problema afrontando la realidad. Que no nos engañen ni se autoengañen a sí mismos. Más que es lo que hay, es lo que no hay. 

NO HAY MÁS

No hay Messi, el mejor futbolista de todos los tiempos. Y si no hay Messi, no hay goles, no hay generador de faltas cerca del área que luego él se encargaba de transformar en un apreciable porcentaje, no hay creador de juego, no hay pases de gol… Tampoco hay un ariete goleador, pieza fundamental en cualquier equipo con aspiraciones. Sin Suárez, Messi y Griezmann el equipo ha perdido los 66 goles que marcaron entre los tres el último año que jugaron juntos. No hay un centrocampista poderoso físicamente que marque territorio y oxigene a los jugones. No hay lateral derecho ni recambio para Alba en el izquierdo y, hoy en día, un equipo sin buenos laterales es un equipo mermado. No hay pareja de centrales sólida. Piqué ya no es el que era, Eric García no ha entrado con buen pie y Araujo tiene y tendrá los altibajos lógicos en su primera temporada como titular. No hay un Busquets en plenitud ni un relevo claro, pues el equipo necesita a De Jong como interior con llegada y Nico acaba de empezar. No hay entrenador que haya sabido detectar las carencias y encontrar las soluciones. No hay dinero para fichajes y aquí ya es trabajo de la directiva encontrarlo y gestionarlo para reforzar el equipo adecuadamente, que es cuando se verá si hay o no hay director deportivo y secretario técnico. En manos de Koeman y Laporta está tomar las decisiones para que haya mucho más de lo que hay. No hay más.