Pequeñas sociedades

Griezmann, Vidal, Messi y Suárez marcaron el poker azulgrana

Griezmann, Vidal, Messi y Suárez marcaron el poker azulgrana / VALENTÍ ENRICH

Rubén Uría

Rubén Uría

Messi y Griezmann cada día se entienden más y mejor, dentro y fuera del campo. Bueno para Valverde, mejor para el Barça. Si esa pequeña sociedad carbura, al equipo se le caerán los goles del bolsillo. Messi cerró el curso con 50.  Otro buen socio para la causa es Arturo Vidal, un medio con alma de delantero, que se relaciona mejor con el gol que con el juego. Le falta finura, pero tiene llegada. Y no tiene precisión, pero sí agitación.  “Me quedo aquí”, dijo para reivindicarse tras su gol. La pregunta del millón con el chileno es si debe salir o quedarse. ¿Es mejor el Barça sin Vidal? La respuesta tiene dos letras, pero la palabra es una sola. Decidirá el club. Para todo lo demás, está Messi. Que su relación con Antoine acabe siendo una sociedad estrecha con Antoine es un pequeño paso para su relación, pero uno gigante para el Barça.

Julen, al turrón.

En un año donde algunos entrenadores no se comerán el turrón, Julen Lopetegui va a darse un atracón. Su Sevilla, VAR mediante, logró la sexta victoria del curso como visitante y la décima para un equipo que, gestionado por Castro, diseñado por Monchi y dirigido por Julen, echa el cierre como campeón de “la otra Liga”. Queda un mundo por delante, pero este Sevilla tiene licencia para soñar. En lo colectivo, notable alto. En lo individual, sobresaliente para Lopetegui y para Diego Carlos, un central como la copa de un pino y tres abetos.

Drama perico

Último, con la salvación a 5 puntos, instalado en la duda y con tantos errores groseros como falta de ideas, el Espanyol cierra 2019 en lo más bajo de la tabla. De equipo con alternativas a carne de meme y farolillo rojo. Ahora tendrá que elegir: buscar culpables o encontrar soluciones. Quizá el problema blanquiazul nunca ha sido de entrenador. Ni de Gallego, ni de Machín. O quizá, si no formas parte de la solución, formas parte del problema. La situación del equipo es dramática. Se asoma cada día más al pozo de Segunda.