El peor enemigo de Xavi

Xavi campo

Xavi Hernández está exprimiendo al máximo estos primeros días como entrenador / FCB

Ernest Folch

Ernest Folch

El barcelonismo tiene tanta hambre de éxito que ha convertido la presentación de Xavi en algo así como el primer título de la temporada. Nada escenifica mejor esta euforia que la imagen de Laporta y Xavi cantando y saltando con los aficionados en el césped del Camp Nou como si se tratara de la celebración de un gol decisivo. Este es el estado de ánimo ahora mismo de todos los 'culers': a pesar de que el club está devastado económica y deportivamente, Xavi es la luz de esperanza. La ilusión es lógica porque se basa en un principio casi bíblico: la línea fundacional que inició Cruyff y siguió Guardiola puede tener ahora la tercera línea de continuidad con la llegada de otro hijo pródigo, como fue la de Pep en 2008. Sin embargo, la gran diferencia es que Pep tenía una plantilla con Messi y algunos de los mejores futbolistas del mundo, y Xavi se encuentra sin Messi y con jugadores envejecidos y devaluados.
A pesar de las semejanzas y de las metáforas, mucho ojo, porque la aproximación a la 'era Xavi' debe ser radicalmente diferente a la que se hizo con Pep. Con Xavi habrá que tener necesariamente mucha paciencia, la que por cierto el entorno nunca ha tenido con ningún entrenador y mucho menos con ningún presidente. Porque una de las dificultades más duras para Xavi es que entra en plena temporada, sin apenas margen de maniobra, con la friolera de más de diez jugadores lesionados, una plantilla descompensada y a la que no se le podrán sacar los vicios adquiridos con tan poco tiempo.
Las derrotas, a partir de ahora y aunque no sea justo, quedarán en el haber de Xavi, y por eso es imprescindible que por primera vez el Barça y su entorno aprendan a no ser cortoplacistas. Nada hay más peligroso que estas frases del estilo: en el Barça no hay años de transición, el equipo no se puede permitir perder, aspiramos a todos lo títulos. Frases que por cierto ha dicho Laporta más de una vez, y que solo pueden generar frustración. Para que Xavi triunfe lo mejor será asimilar cuanto antes que este año es necesariamente de transición y no se va a ganar nada. El peor enemigo de Xavi es sin duda el maldito resultadismo, que tan daño le ha hecho al Barça en los últimos años. Sin tiempo, Xavi lo va a tener casi imposible. Con tiempo y paciencia, Xavi está destinado a triunfar. Lo mejor que podemos hacer es ser honestos, y ayudarle.