Opinión
Pensar en Rijkaard antes de exigir a Flick

Hansi Flick en un instante del Sevilla - Barça de LaLiga 2025/26 / DANI BARBEITO
Los dos últimos entrenadores que ganaron una Champions con el Barça lo hicieron a la primera: Guardiola en 2009 y Luis Enrique en 2015. Con sendos tripletes, además. Llegó un momento en el que incluso parecía fácil sentarse en el banquillo del Barça y coronarse en Europa, como quien baja a comprar el pan. Estuvo a punto de hacerlo Hansi Flick el año pasado, pero la eliminación ante el Inter en semifinales lo impidió. Unos días después, ver al Inter cayendo de esa manera en la final ante el PSG provocó reacciones diversas entre el barcelonismo: el Barça hubiera perdido o ganado esa misma final, pero al menos habría competido.
Es bueno que el listón esté tan alto. Es bueno que a un equipo como el Barça se le pida estar entre los mejores de Europa. Conviene recordar los últimos éxitos del equipo en Europa, y también las últimas grandes decepciones, para poner en contexto dónde está el Barça y a qué puede aspirar.
El Barça está, perdón por la obviedad, en el segundo año de ‘mandato’ de un entrenador que el año pasado estuvo a punto de lograr el triplete.
Sobre el papel, se trata de una situación envidiable: Flick podrá aprovechar todo lo bueno del curso pasado y mejorarlo con el añadido de la experiencia. Conoce el club, la ciudad y el entorno. Sabrá qué teclas tocar para seguir creciendo. Podrá multiplicar las virtudes del equipo (muchas) y minimizar las carencias (no demasiadas). Resumiendo: Flick podrá mantener la ilusión del debutante y al mismo tiempo, el cuajo del veterano. Es un término medio ideal.
Pero la teoría no siempre se traslada a la práctica: Flick ya tuvo que dar un toque de atención a su equipo tras empatar en Vallecas (“con los egos no se construye un equipo”, advirtió) y en más de un partido se le ha visto incómodo con el rendimiento de sus jugadores.
Realmente, el segundo curso de Flick no será fácil. Tampoco lo fue para Guardiola o Luis Enrique: en su caso, era inevitable que el equipo bajase sus prestaciones. Más alto no se podía llegar. Uno no pisa la cima del Everest cada semana.
En la historia reciente del Barça hay otro entrenador que siguió un camino diferente. Más sostenido: fue subiendo escalones poco a poco. Primero jugó la Copa de la UEFA (y cayó eliminado en octavos), luego la Champions (también perdió en octavos), conquistó la Liga y finalmente, la Champions.
Pasaron tres años desde que asumió el cargo hasta que se coronó en París: de 2003 a 2006. Frank Rijkaard es uno de esos entrenadores injustamente olvidados por el ‘mainstream’ barcelonista. No solo ganó mucho y bien, y en un momento crítico para el club, sino que lo hizo a un ritmo sostenido. A un ritmo muy lógico.
- Lo pasé mal en el Barça, me lo tomé como algo muy personal, tendría que haber disfrutado más
- El cachondeo de la selección polaca por las fotos de Anna Lewandowska: 'Durante mucho tiempo nadie quiso decirle la verdad a Robert
- El Camp Nou comparado con la lata de sardinas del Bernabéu no tiene color
- Trabajo intensivo de Flick y el staff con Rashford
- Flick despeja las dudas con Joan Garcia y Koundé
- Mario Bruno Fernández 'explota' tras un error de Willy Hernangómez: '¡Qué vergüenza...
- Simeone no entiende lo de Julián Álvarez
- Julián Álvarez abre la puerta: 'Se habla mucho de mí y del Barça
