Pensar en grande pasa por Haaland

"Tengo dudas de que Haaland sea titular si viene al Real Madrid"

"Tengo dudas de que Haaland sea titular si viene al Real Madrid" / Google

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El culé, harto de oír hablar de números, quiere pasar la página de la deuda a corto, medio, largo y demás plazos para darse un atracón de ilusión y goles con un futbolista que removería a nivel competitivo al equipo

Tebas, en su penúltima salida de tono, se ha reído del Barça y, se supone, también del Madrid. Cuestionado por una hipotética llegada de Haaland y Mbappé a LaLiga, su presidente ha dicho: “para jugar al golf, sí”. “No sé cómo, ¿haciendo magia?”, ha añadido. De esta torpe manera ha aireado ante PSG y Dortmund las miserias de los dos grandes de la competición, pero la respuesta de quienes le pagan el sueldo ha sido el silencio sumiso. Pese a todo, no le falta razón. Persuadir a alguien como Mino Raiola sin un duro en la cartera parece complicado, pero, como dice Koeman, “nada es imposible”. Algo parecido ocurrió en 2003. Laporta acababa de llegar al club y firmó a Ronaldinho tras una inversión de 27 millones, una cifra que estaba por encima de las posibilidades del club entonces. Como ahora lo está el precio de Haaland. La razón no es muy amiga de los sueños, pero esto es fútbol y aquí la razón viste corbata, mientras que los sueños calzan botas. 

El Barça debe pensar en grande y no conformarse con delanteros como Depay. La plantilla, aunque esté creciendo con Koeman, necesita ser removida por dentro con dosis de competitividad máxima. El vestuario necesita a alguien que quiera comerse el mundo y se lo quiera comer ya, empezando por el Camp Nou. Haaland será el delantero de los próximos diez años en Europa y, parafraseando a Cruyff, “si tú lo tienes, ellos no lo tienen”. El culé, harto de oír hablar de números, quiere pasar la página de la deuda a corto, medio, largo y demás plazos para darse un atracón de ilusión y goles. Si la calculadora no da tregua, se la estampa contra la pared y se usa la imaginación. Si solo contase el dinero, De Jong jugaría en el PSG.