Pedro y el misterio de la cantera

Pedro volvió a marcar en una final, su tipo de partido preferido.

Pedro volvió a marcar en una final, su tipo de partido preferido. / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Messi aparte, pues rompe todos los moldes, récords, estadísticas y tendencias históricas, la cantera no ha sido especialmente prolífica a la hora de fabricar delanteros. Por ejemplo, lo de los delanteros centros es un mal endémico. Desde los pioneros, y mitos, Paulino Alcántara y Josep Samitier han pasado cien años y después ya nos vamos a Mariano Martín, en los años cuarenta, y a los Alfonseda, Clos, Bojan, Sandro o Munir, de irregular y escasa trayectoria. Aunque me deje algunos, pocos son.

Con los extremos ha habido un poco más de suerte y ahí están Basora, Rexach y Carrasco como máximos exponentes. Siguen siendo pocos. Es un tema digno de estudio: o se tiene muy poca paciencia y por eso el gol se compra fuera a precio de oro, o realmente el fútbol base no acierta a captar, ni a formar, a los mejores delanteros catalanes. 

EL ENTRENADOR

Afortunadamente, como en todos los órdenes de la vida, siempre hay una excepción que confirma la regla. Y la de los últimos años, esa excepción se llama Pedro, otro extremo, que esta semana ha entrado en la historia al ganar la Europa League con el Chelsea y completar un palmarés con todos los títulos posibles. El suyo es el ejemplo a seguir que acaso resuelva el misterio de por qué la cantera no saca delanteros. Miren, nada hacía pensar que Pedrito, que así se le llamaba cuando llegó al juvenil azulgrana, fuera a llegar tan lejos en el fútbol de elite, hasta el punto de que tuvo pie y medio fuera del club. Pero Guardiola le vio algo y le llevó directamente de Tercera División a ganar un triplete. Ahí estuvo la clave. Un entrenador valiente, que le dirigió antes en su etapa formativa y se la jugó dándole una oportunidad.

Sin ese instante mágico en su destino, posiblemente Pedrito, después Pedro, hubiera sido otro delantero canterano de paso fugaz por el Camp Nou. O ni siquiera eso, lo que confirma que es tan importante un entrenador que conozca y sienta la cantera como el propio futbolista. Piénsenlo bien, porque igual éste es el problema que ahora mismo tiene el club al respecto.