Paso adelante contra los violentos, pero que no sea el único

El Barça, como club, ha acentuado su lucha contra los seguidores azulgranas desplazados hasta Lyon que, con su actitud violenta, amenazaron a otros aficionados del FC Barcelona que viajaron hasta la ciudad francesa para animar cívicamente a su equipo en los octavos de la Liga de Campeones. Una misma afición que, según relatan los testimonios, se vio dividida por un grupo de violentos que luego entraron al campo gracias a las facilidades que le dio la policía francesa.

Después de estos incidentes y las consecuentes denuncias, el club ha abierto una investigación para combatir estas actitudes e identificar a los causantes de estos actos incívicos para tomar acciones disciplinarias contra ellos en el caso de ser socios del club. Es un paso adelante pero, vaya por avanzado, no nos conformaremos con que esto acabe siendo un brindis al sol, sino que exigiremos conocer los resultados de esta investigación con el objetivo de garantizar la seguridad del socio culé.

constancia

Uno de los aspectos en el que el club prestará total atención, según emitió en un comunicado, es el de conocer el destino del 20% de las entradas que, según los acuerdos con la Confederación Mundial de Penyes, el club le entrega en todos los desplazamientos. El club, como decíamos, ha reactivado su seguimiento pero, tal y como se ha demostrado en anteriores etapas o como se ha constatado en otros clubs, la lucha contra los violentos es una carrera de fondo que exige dureza, contundencia y constancia por parte de la junta directiva.

El aficionado del Barça, ya de por sí poco propenso a estos desplazamientos europeos, debe poder viajar tranquilo, sin vivir con el miedo en el cuerpo por unos seguidores con los que comparte colores. El Barça debe garantizar la seguridad de todos los aficionados tantos en los desplazamientos como en los partidos que se jueguen en el Camp Nou frente a un movimiento que logró extinguirse durante unos años pero que, a tenor de los resultados, amenaza con volver, ni que sea por la puerta de atrás.