Tenemos pasado y futuro; falta el presente

Ansu Fati, en una sesión junto a Memphis

Ansu Fati, en una sesión junto a Memphis / EFE

Gerard López

Gerard López

Aprovechando estos días que la actualidad en clave barcelonista no ha sido tan deportiva a causa del parón y sí más institucional y económica, vamos a hacer un ejercicio de nostalgia para recordar el pasado, analizar el complicado presente, y a la vez, ilusionarse con un futuro prometedor.

Cierto es que no se puede vivir nunca del pasado. Como su mismo nombre señala, es un tiempo que no se puede recuperar, pero en el caso del Barça, fue tan bonito y apoteósico, y no hace tanto tiempo, que la comparativa con los jugadores y los resultados sigue estando ahí; el equipo azulgrana escribió páginas brillantes a nivel mundial y no solo por las Ligas y las Champions conquistadas, sino por dejar un sello futbolístico recordado por muchísimos años. Aunque nos haga ilusión revivir esos tiempos, el presente es el que manda, y actualmente, el blaugrana deja mucho que desear. No somos capaces de asimilar la cruda realidad que vive el club. Siendo casos muy diferentes, me recuerda a cuando empezó la pandemia del covid19. Con el confinamiento, el pensamiento siempre estaba puesto en cuándo iba a terminar todo aquello. Para el Barça también es una situación completamente nueva, hacía muchísimos años, incluso décadas que no teníamos esa sensación de ir a la deriva, de desear el final de esta pesadilla, que no solamente es deportiva, sino sobre todo es económica y que puede influir en la recuperación de todo lo conseguido hace años.

Pero si este presente es complicado por la relación del club con el entrenador, por el inicio titubeante, por los resultados del equipo, resulta que el futuro a medio, y sobre todo, a largo plazo es importante y muy ilusionante. Hay que apostar definitivamente por los jugadores que van sacando la cabeza por el primer equipo, algunos de ellos ya muy consolidados. Iñaki Peña, Araujo, Eric Garcia, Mingueza, Balde, Nico, Gavi, Pedri, Riqui Puig y Ansu Fati. Diez nombres, más de un tercio de una plantilla, futbolistas muy jóvenes, algunos aciertos de mercado y la gran mayoría jugadores formados en La Masia, con lo que ello conlleva en la asimilación de conceptos o el sentimiento por los colores.

Partiendo de esta base, estos diez futbolistas pueden ser complementados por gente todavía joven como Ter Stegen, De Jong o Dest, y estar bien tripulados por veteranos que son líderes, como Busquets, Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba. Podemos augurar un futuro brillante y soñar con volver al top mundial, en resultados, pero sobre todo, en juego. Y con gente de la casa. A los chicos se les ha llamado a filas y siempre han respondido. La apuesta por ellos es ineludible y no tiene marcha atrás.