Dos partidos decisivos para el proyecto

Xavi Hernández

Xavi Hernández / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça es el mejor equipo de la Liga en este 2022. Ha sumado 23 puntos de 27 posibles, con siete victorias y dos empates. Ha marcado 23 goles y solo ha encajado 7. El balance de los primeros 9 partidos del año no puede ser mejor. El proyecto que está construyendo Xavi genera ilusión al mismo tiempo que ofrece buenos resultados. El intenso trabajo que se llevó a cabo desde la llegada del nuevo técnico empieza a dar sus frutos. El equipo ha recuperado el estilo y la intensidad, lo que se refleja en el juego. La incorporación de los fichajes del mercado de invierno también ha sido decisiva: entre Ferran Torres, Adama y Aubameyang han marcado 11 goles y han dado 7 asistencias. La versión 2.0 del círculo virtuoso de Laporta empieza a rodar.

Pero falta mucho camino, todavía por recorrer. Y en solo tres días, el Barça se enfrenta a una doble prueba de fuego que puede dar un impulso definitivo al equipo. O no. Porque dependerá de lo que suceda hoy jueves en Estambul y el próximo domingo en el Bernabéu. El Barça tiene que ganar en el campo del Galatasaray para seguir vivo en la Europa League. No hay más. La segunda división europea no es la Champions, pero es un título. Y este proyecto que está construyendo Xavi necesita títulos para alzar el vuelo. El partido de mañana es, por lo tanto, trascendental. El empate sin goles en la ida del Camp Nou obliga a los blaugranas a ofrecer su mejor versión, la que están dando en la Liga. Fracasar en la Europa League después de haberlo hecho también en la Champions sería un revés tan duro como difícil de explicar.

El partido de esta tarde es, pues, decisivo. Vital. Aunque la mirada de los aficionados culés esté fijada, irremediablemente, en el clásico. La Liga es (casi) imposible, pero ganar a un Madrid pletórico tras su brillante remontada ante el PSG sería un punto de inflexión definitivo. Los números del Madrid en este 2022 son ligeramente peores que los del Barça: 20 puntos de 27, con seis victorias, dos empates y una derrota. Pero lo importante son las sensaciones que transmiten ambos equipos. Y son de igualdad casi absoluta. No hay favorito, por mucho que desde Madrid se quiera interpretar de otra manera. Este Barça está en condiciones, por primera vez en mucho tiempo, de conquistar otra vez el Bernabéu. Como hacía, de forma habitual, en los mejores años de Messi. Ahora no está el crack argentino, pero hay un equipo que vuelve a ser competitivo. Ha llegado el momento de demostrarlo. Hoy y el domingo.