El partido que desnuda a todo un club

Los jugadores del Ajax celebran un triunfo que dejó en evidencia al Real Madrid

Los jugadores del Ajax celebran un triunfo que dejó en evidencia al Real Madrid / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El maravilloso Ajax de De Jong desnudó definitivamente al Real Madrid y puso fin a una era. Después de la doble humillación recibida ante el Barça, el club blanco culminó ayer su semana trágica con la madre de todos los naufragios, el partido que va a marcar una época y que lo envía directamente a un infierno de consecuencias inauditas.

El partido es un premio a la mejor generación de jugadores holandeses en mucho tiempo, en la que destaca un delicioso De Jong, que bailó al Real Madrid, como si ya fuera una prolongación del Barça que lo había atropellado dos veces la misma semana. En cierta forma fue como si el club blaugrana asaltase ayer el Bernabéu por tercera vez en seis días: ayer el conjunto de Amsterdam tuvo un aroma de aquel Ajax de Cruyff que fue en cierta manera la génesis de todo lo que eclosionó posteriormente en el Barça.

En la histórica gesta del Ajax destacaron De Jong De Ligt pero merece una mención de honor el soberbio y descomunal partido de Tadic, que ejerció de sabio veterano en la deliciosa guardería futbolística de este joven y portentoso equipo. El mejor Ajax en varias décadas se lanzó a la yugular de un Madrid deprimido e inerte, que se quedó muerto a las primeras de cambio con el primer gol de los holandeses. Bastó un primer mordisco para dejar K.O a un equipo que está hoy con todas las constantes vitales colapsadas, sin ninguna capacidad de respuesta ante nada.

De hecho, lo que sucedió ayer por la noche en el Bernabéu es sencillamente que afloró la verdad de un equipo y de un club que se ha intentado tapar desesperadamente en los últimos meses. Se han montado campañas contra el VAR (hasta que el VAR pasó a ser una ayuda), se inventaron quejas sobre el calendario y cuando ya el agua le llegaba hasta el cuello, se trató de hacer ver que el único problema ante el Barça había sido la falta de pegada.

Campaña tras campaña, y de media verdad en media verdad, el madridismo se plantó confundido y desorientado en un partido de vuelta de octavos, con un resultado asequible pero con demasiados autoengaños a cuestas. Eliminado de la Copa, muerto en la Liga y definitivamente apeado de la Champions, el Bernabéu reventó y estalló por fin contra Florentino, el único y gran culpable de la peor crisis que ha vivido el club en muchas décadas. El Ajax podrá decir que con su histórica victoria en el Bernabéu ha podido desnudar a todo un club, de golpe, y con la única arma de un fútbol exquisito que, este sí, es de verdad.