El partido de Miami no se jugará

El Girona-Barça que puede jugarse en Miami sigue dividiendo a la afición gerundense

El Girona-Barça que puede jugarse en Miami sigue dividiendo a la afición gerundense / VALENTÍ ENRICH

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Hoy hace un mes que se anunció el proyecto de LaLiga de jugar un partido oficial en Estados Unidos. A partir de aquí se fueron conociendo más noticias. El encuentro elegido para celebrarse en Miami corresponde a la jornada 21 y enfrenta al Girona con el Barça. LaLiga pagará el vuelo a 1.500 socios gerundenses y les regalará la entrada. Los dos presidentes, Geli y Bartomeu, han firmado un documento manifestando la predisposición de los clubs a jugar en el extranjero. Poco a poco, la novedosa iniciativa iba tomando cuerpo. Sin embargo, el capitán de la idea, Javier Tebas, ha cometió una serie de errores que le pueden costar un sonoro fracaso. Ha actuado como si fuera el amo del fútbol, ignorando que hay instituciones más poderosas que deben aprobar o desautorizar sus planes.

Es de una inconsciencia suicida anunciar un acuerdo por 15 años con una empresa americana, Relevant,  sin consultar antes el proyecto con los protagonistas. Ignoró a los futbolistas que amenazaron con una huelga. Pasó de la Federación Española que a la postre tiene que autorizar el partido. Desafió a Rubiales con un rencor evidente. Se olvidó de la UEFA que manda más de lo que parece. Ninguneó a la FIFA continuando su desprecio al presidente Infantino. No consultó al Consejo Superior de Deportes. Tebas es un especialista en crearse enemigos, capaz de llevar al traste una buena idea por falta de estrategia y 

comunicación.

El Girona-Barça sufrió un duro revés el pasado miércoles en la reunión que tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa. El presidente Sánchez recibió a Infantino y Rubiales en un encuentro donde se habló de la Eurocopa 2028, del Mundial 2030… y del partido de Miami. El Gobierno español considera que el partido puede tener una carga política, desde que sea un ‘Derbi Indepe’ como ya titula la prensa madrileña, a que se produzcan incidentes y guerra de banderas. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha abierto un informe, a día de hoy toma cuerpo la decisión de que no es el momento de hacer experimentos que no han madurado convenientemente. Hay argumentos deportivos y políticos en contra. El Gobierno teme que se utilice el partido como un altavoz independentista, en consecuencia aceptará encantado que otros pongan trabas para que no se juegue en Miami.

Infantino, contrario a la iniciativa, explicó a Pedro Sánchez todas las instituciones que deben dar el visto bueno al partido; Federación Española, Confederación de Norteamérica, Concacaf, UEFA y FIFA. Más problemas que facilidades. Rubiales tiene tiempo de pronunciarse hasta el 5 de enero. Según un informe que elabora la asesoría jurídica de la Federación, no se pueden cambiar las reglas de una competición cuando esta ya se ha iniciado. Quieren ser escrupulosos para evitar impugnaciones y demandas. Un cambio de estas características hay que aprobarlo con tiempo para votarlo en la Asamblea, ahora no hay garantías jurídicas ni reglamentarias. 

La decisión final se va a retrasar aunque pinta negro. El Girona ha cancelado el lanzamiento de la web donde los socios se debían apuntar al viaje a Miami. El Madrid y otros clubs están estudiando impugnarlo llegado el momento. Rubiales quiere hacerlo todo de acuerdo con la reglamentación actual y con el visto bueno del Consejo Superior de Deportes. Hay razones deportivas y políticas que apuntan contra el partido de Miami.