Un partidazo y tres historias que contar

El genio de Haaksbergen. Cuando Erik Ten Hag anunció que abandonaba el Go Ahead Eagles para entrenar al filial del Bayern de Múnich en la cuarta división alemana, muchos pensaron que estaba loco. Allí aprendió los métodos de Guardiola, evolucionó tácticamente y desarrolló su libreto. Hoy, previo paso por el Utrecht, es el entrenador de un Ajax descarado, valiente y talentoso, que está haciendo temblar a los clubes más ricos. Ten Hag va camino de hacer historia: ante el Wilem II ganó la Copa de Holanda, está cerca de conquistar la Eredivisie y puede meterse en toda una final de Champions. Ha pasado de entrenar en la Regionalliga a aspirar al “triplete” europeo. Un genio.

Van de Beek, tres y cuatro. Real Madrid, PSG y Bayern le siguen. Lleva doce años en el Ajax, es una de las joyas de la cantera “ajacied” y va sobrado de calidad, llegada y gol. Es Van De Beek, caviar puro por su personalidad y su llegada a gol. Su sueño, dedicarle esta Champions a su amigo Abdelhak Nouri, su gran amigo en la Academia, que cayó desplomado hace años en un entrenamiento y sigue en estado de coma. Por eso, cada vez que Van de Beek marca, lo celebra mostrando un tres y un cuatro con sus dedos: el dorsal de su amigo.

Escuela holandesa vs. gallo inglés. La heráldica del escudo del Ajax contiene la cabeza del héroe griego Áyax El Grande, combatiente de la guerra de Troya, amén de tres estrellas, que representan diez ligas conquistadas a lo largo de su historia (por ahora 33). Resultado: epopeya griega y escuela neerlandesa. El escudo del Tottenham sugiere espíritu de combate, el de las peleas de gallos sin cresta. De ahí el apodo de los “spurs” – por aquellas temibles espuelas- y su seña de identidad, relacionada con la nobleza, porque el primer estadio estaba en tierras de los descendientes del noble Sir Henry Percy, conocido popularmente como ‘Harry Hotspur’. El menú está servido: el gallo de pelea inglés frente al guerrero “ajacied”. Uno de los dos estará en la gran final de Madrid.