Un parón tercermundista y la dictadura de la FIFA

Más allá de los sentimientos que puedan generar (o no) las selecciones nacionales, el parón de dos semanas al que se enfrenta el fútbol europeo por culpa del calendario de la FIFA resulta tan absurdo como perjudicial. Es tercermundista que, en el momento álgido de las diferentes ligas (y, por supuesto, de la Champions), las competiciones tengan que pararse durante 15 días.

Cuando hay tanto en juego (deportiva y económicamente) es inadmisible que se antepongan los intereses de las mafias de las federaciones a los intereses de los clubs, con partidos amistosos que no le importan a nadie y cuyo único objetivo es el afán recaudatorio. Este parón es muy perjudicial para los clubs (que son los que pagan, y mucho, a los jugadores) y todavía más perjudicial para los futbolistas, que se sobrecargan de minutos de forma totalmente innecesaria.

LA REBELIÓN DE LOS CLUBS

Algún día, más pronto que tarde, clubs y futbolistas deberán decir basta a la dictadura de la FIFA y sus caprichosos calendarios internacionales. Hay que acabar, de una vez por todas, con este sinsentido que tanto daño hace al fútbol. Hay que acabar con los partidos de selecciones amistosos absurdos y con fases de clasificación para Eurocopas y Mundiales eternamente largas.

El Barça se juega en el próximo mes de abril la Liga y la Champions. Y es impresentable que pierda durante dos semanas a 15 futbolistas que jugarán con sus respectivas selecciones en lugar de concentrarse en lo que realmente importa: la lucha por el triplete.