Para que vuelvan a ser leones

Nuevos tiempos para el Athletic

Nuevos tiempos para el Athletic / EFE

Mikel Legarza

El Athletic, el único, el de Bilbao, es un equipo simpático, pero hace mucho que no gana nada y todo indica que seguirá así en el futuro. Hay un dicho oriental que dice que “lo que deja de crecer, termina por desaparecer“ y la triste verdad es que el que fuera uno de los mejores equipos de la primera mitad del siglo pasado y uno de los importantes en la segunda; en este siglo es uno de tantos entre los que se conforman con no descender, y que cuando juegan en Europa lo hacen durante pocas eliminatorias. Una lástima no solo para quienes somos sus seguidores, sino para la propia Liga a la que le vendría muy bien un club competitivo en una plaza tan futbolera como es Bilbao.

Pero el Athletic, sus dirigentes y el público de San Mamés hace años que han decidido ser prisioneros de una filosofía que les atenaza con un pasado glorioso, un presente incierto y un futuro inexistente. Porque en teoría es hermoso definirse como un equipo de cantera en tiempos en los que la hiperprofesionalización ha matado cualquier atisbo de sentimiento. Hoy se trata de ganar y cómo y con quién es lo de menos. Y que al Athletic si que le importe es admirable. Pero el Athletic lleva tiempo trampeando la propia filosofía que se autoimpone de manera drástica.

Basta con repasar alineaciones de las dos últimas décadas y en ella hay demasiadas anomalías respecto a la política de cantera que dice defenderse; no sólo en lo que se refiere al lugar de nacimiento de algunos jugadores relevantes, algo felizmente superado; sino a aquellos que se compran en otras canteras a base de una chequera que se critica duramente cuando son otros quienes la utilizan.

Hoy, la realidad dicta insobornable que los tiempos han cambiado y que las viejas fórmulas del siglo XX no sirven en éste. La próxima temporada habrá 5 equipos de Primera del área de donde se nutre de jugadores el Athletic. Cinco equipos con sus propias canteras para menos de tres millones de habitantes.

Ya los jóvenes vascos no sueñan con el Athletic. Que se lo digan a Merino. Añádase que los mejores se van como KepaHerreraJavi Martinez, Laporte o Llorente han demostrado, y la conclusión es que el delantero centro de un equipo de cantera va camino de los cuarenta años y que el jugador indispensable en la actualidad es Raul Garcia, otro veterano y nada relacionado con Lezama.

Pero cualquier crítica, aún la más constructiva, es tachada inmediatamente como delito de alta traición, mientras la relevancia de un club que una vez fue grande, disminuye año tras año. Porque el simpático Athletic de hoy es un equipo adocenado y escasamente competitivo  que dista mucho de ser importante.

Prefieren ser diferentes a emular al Ajax o al Liverpool, cuando por ámbito y afición podrían intentarlo. Es hora de que la ‘filosofía’ del siglo pasado deje de ser una cadena en éste. Porque se puede seguir siendo un equipo de cantera  y hasta conviene que sea así, pero ha llegado el momento de entender que ser canterano no tiene nada que ver con el lugar de nacimiento y que todos somos ciudadanos del lugar en el que vivimos y trabajamos.