Para eso se fichó a Paulinho

Primeras dificultades en la Liga y primera reacción positiva. El triunfo no fue brillante, pero la reacción, sí. Y es en este punto donde hay que incidir. Ante todo, perfecta la gestión de Valverde que, de entrada, salió con el equipo titular para dejar claro que no hay rival fácil, como así fue. Segundo, los cambios. Valiente el de Iniesta por Denis Suárez y acertada la entrada de Paulinho. Y tercero, la constatación de que es básico que el entrenador tenga en el banquillo a jugadores que sumen y aporten. Ahí entra Paulinho. Un servidor ya dejó escrito hace unas semanas que Paulinho tiene un perfil que faltaba en la plantilla. Potencia, colocación y llegada. Muchos le añaden equilibrio, que ojalá también lo aporte, pero la llegada será su factor más determinante. Ayer, la primera muestra. Era necesario el gran pase de Messi, ¡faltaría más!, pero su desmarque, la potencia con la que se metió entre los dos centrales y la destreza con la que se habilitó el balón para el remate van a ser su seña de identidad.

REFLEXIÓN. Precisamente para eso se fichó a Paulinho, perfecto. También para eso está Valverde, para mover bien sus piezas. Perfecto, también. Pero que el partido de Getafe acabara bien no quiere decir que no haya que hacer una reflexión sobre lo que ocurrió en los primeros cuarenta y cinco minutos. Esa primera parte no se puede volver a repetir, el equipo no puede jugar parado, sin tensión, sin presionar la salida del rival, llegando tarde a todos los balones divididos, esperando la pelota en lugar de ir a buscarla... El Barça se pegó una siesta de padre y muy señor mío y menos mal que despertó a tiempo. La prueba de que hay que perseguir la victoria es el primer gol, ese balón que parecía perdido y que Deulofeu y Sergi Roberto lucharon como leones para dárselo a Denis Suárez. Esa es la lección que hay que aprender de esta victoria vital, pues no hay que olvidar que Getafe es uno de esos campos donde se ganan las Ligas.