Caso Hacienda-Cristiano Ronaldo: jugando con fuego

Desde que vimos las manifestaciones en Vigo por el descenso administrativo de su club a Segunda División allá  por el año  95, supimos de la importancia del fútbol en la vida diaria del ciudadano de a pie.

Es normal pues,  ahora que estamos viviendo el fraude millonario a las arcas públicas por parte de sus estrellas, que asumamos que éstas nunca pisarán la cárcel.

No me cabe la menor duda de que en un supuesto práctico, en condiciones normales y con los datos sobre la mesa respecto del fraude cometido por Cristiano Ronaldo (siempre sin mencionar su nombre), la enorme mayoría de universitarios, opositores, expertos y juristas hubieran estimado penas de cárcel superiores a dos años de prisión (pena a partir de la cual se ingresa en la misma).

Llamémosle por su nombre: “utilización de una estructura de sociedades radicadas en Irlanda y en las Islas Vírgenes Británicas, para ocultar las rentas generadas en España por los derechos de imagen, algo que supone un incumplimiento 'voluntario y consciente' de sus obligaciones fiscales en España”.

Sin embargo, de los 14,7 millones iniciales (sanciones aparte), fuentes periodísticas hablan - no sólo de una rebaja hasta la cantidad de 5,7 millones de euro- sino lo que es más importante, una pena de prisión que se quedaría justamente en el límite de los dos años, límite que curiosamente no obliga a ingresar en la misma.

Es evidente que no deseamos que nadie ingrese en prisión de forma injusta, pero lo que sí deseamos todos es que no resulte tan evidente que independientemente de la cantidad defraudada, el jugador va a conseguir un pacto que le exima de esas responsabilidades penales.

Si el pacto anunciado sigue adelante, el jugador, que partía con un presunto delito fiscal por importe global de 14,7 millones (más sanciones que irían del tanto al séxtuplo de esta cantidad), conseguiría una rebaja hasta los 5,7 millones más sanciones que equivaldrían en conjunto a cerca de 19 millones de euros a ingresar.

Llamándole también por su nombre: “un desvío de ingresos por derechos de imagen filtrados a partir de la documentación de Football Leaks por la revista alemana ‘Der Spiegel’ de cerca de 150 millones de euros que quedaría saldado tanto administrativa como penalmente con un acuerdo por importe global de casi 19 millones de euros “.

Los tiempos avanzan, hace apenas 10 años no habían condenas de penas de prisión por delito fiscal, actualmente, la cifra supera el millar y muchas con penas que conllevan el ingreso en la misma. Jugar con fuego por parte de deportistas, dadas las cifras millonarias que barajan, supondrá tarde o temprano su ingreso en prisión, para sorpresa de muchos y ejemplo de todos.

Cristiano Ronaldo ha jugado con fuego desde el principio: utilización de testaferros, entramados en paraísos fiscales, opacidad total de sus operaciones, finalidad clara de ocultación y una defensa que primero acusaba a sus asesores, luego exculpaba su presunto fraude y parece que finalmente propone un pacto que no sólo rebaje la cantidad a ingresar sino que elimine toda imposibilidad de ingreso a prisión.

Ya se dice en los Tribunales “más vale un mal pacto que un buen pleito”, pero creo firmemente que el pacto que pueden estar proponiéndole a Cristiano es excesivamente beneficioso para él, y eso ni es ejemplarizante ni pedagógico a la hora de desmotivar prácticas similares.

*Miguel Angel Mayo es el coordinador del Sindicato de Técnicos de Hacienda Gestha en Cataluña y experto designado para la Public Hearing on Tax-Planning -Football Leaks- en el Parlamento Europeo.