Otro capítulo del 'docushow' Griezmann

El pasado martes Griezmann decía en Andorra que no sabía si jugaría en la Liga española. Ayer, Gil Marín anunciaba que el francés jugará en el Barça la temporada que viene: “Tengo muy claro dónde va a jugar. Se sabe desde marzo. En el Barça”.

Es curioso que un fichaje sea anunciado por el club emisor, y no por el receptor, pero en el universo Griezmann incluso esto es posible. Y es que en la larga historia de este presunto fichaje se han vivido ya algunas situaciones rocambolescas: el anuncio de un primer “No” al Barça en un documental producido por un jugador del mismo club, el anuncio de su marcha del Atlético hace unas semanas a través de otro vídeo, el rechazo de los pesos pesados del vestuario a su fichaje que desveló este periódico en exclusiva y, ayer, el máximo cargo ejecutivo del club rojiblanco anunciando en una plaza de toros el fichaje del francés por el club blaugrana.

El último episodio invita a pensar que se trata de una estrategia: el Atlético presiona para que el Barça pique, se pronuncie y le obligue a pagar 200 millones en lugar de los 120 que eventualmente costaría a partir del 1 de julio. Gil Marín habla muy pocas veces y lo hace siempre de manera mesurada: se hace muy difícil pensar que no haya calculado con precisión sus palabras. Declaraciones que hay que enmarcar a su vez en el ‘show’ en el que se ha convertido este fichaje, muy discutido por la afición, por una gran parte de los jugadores y por algunos miembros de la junta, que lo ven como un posible factor de desestabilización.

El Barça, de momento, guarda un prudente silencio, quizás la única opción viable en medio de tanto ruido generado primero por el futbolista y después por el Atlético. Porque este es solo un capítulo más del continuo docushow que protagoniza Griezmann. Cojan asiento porque quedan muchos más.