Otra victoria sufrida tras un partido gris

Leo Messi celebra con rabia su gol de penalti; después, falló otro

Leo Messi celebra con rabia su gol de penalti; después, falló otro / JAVI FERRÁNDIZ

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Un Barça a medio gas, con escasa intensidad y como si estuviera pensando en retos mayores, volvió a pasar apuros ante el Valladolid. Pasan los partidos y el equipo no recupera las mejores sensaciones. Empezando por Messi.

El astro argentino estuvo gris, con muchos problemas en el uno contra uno y acumulando demasiadas pérdidas. Además, su gran socio, Alba, tampoco encontró la manera de aportar profundidad por la banda. Vaya por delante que el meta del Valladolid, Masip, se fue al descanso sin una sola intervención de peligro.

En la primera mitad se volvió a demostrar que el fútbol es de listos. El partido quedó sentenciado tras un error de Nacho que Ter Stegen aprovechó para poner el balón en movimiento con rapidez y confiar en una acción de Piqué. El central generó el penalti del gol y volvió a demostrar que atraviesa por un excelente momento de forma. De lo mejor del equipo.

acierto nulo

Como viene siendo costumbre, el Barça incrementó la intensidad tras el descanso y las ocasiones de gol por fin aparecieron. Lo que ya no es tan recurrente es que Leo Messi -penalti incluido- y Luis Suárez perdonaron la sentencia en reiteradas oportunidades. Massip, y su gran actuación, también tuvo buena parte de culpa en el corto resultado final.

El Barça está obligado a recuperar algunas de sus virtudes extinguidas. Se echa de menos la presión alta -ayer solo se vio en los últimos quince minutos-, chispa generalizada a la hora de desequilibrar y, por supuesto, una intensidad elevada durante los 90 minutos del encuentro.