La otra cara de Neymar y Griezmann

Son dos grandes jugadores, de los mejores del panorama futbolístico mundial y, sin embargo, sus posibles fichajes por el Barça generan una fuerte polémica y un considerable rechazo por parte de la afición.

Lo que en condiciones normales sería un estallido de ilusión, es ahora un foco de discusión. La razón emocional está por encima de la futbolística, el desengaño por delante del ensueño. La traición es un acto difícil de perdonar. Y más para los aficionados al fútbol, que hacen de su amor a su equipo, a sus colores, a sus jugadores, un sentimiento innegociable. Neymar y Griezmann están pagando su falta de respeto al Barça.

El brasileño se marchó por dinero y vanidad, en busca de honores de número uno mundial que eran, son y serán para Messi, que por algo es el número uno mundial. Y Griezmann se rió del Barça a través de un documental inadmisible. 

LA REALIDAD

Esta la historia de ambos, pero la auténtica realidad, la otra cara de su historia pone en valor al FC Barcelona. La cuestión es que ahora están están arrepentidos, ambos se han dado cuenta de que se equivocaron renegando del Barça.

Neymar se ha estrellado en París, allí juega en una Liga menor y la Champions se le ha quedado más lejos de lo que la tenía en el Barça. Ha ganado mucho dinero pero ha perdido todo lo demás. Griezmann solo ha necesitado un año para darse cuenta de su error.

Sus casos son el reconocimiento de que el Barça es el mejor club para ser feliz como futbolista. El club, la ciudad, la afición, Messi, el estilo... los que se van lo pagan.

Hace mucho frío fuera del Camp Nou. No solo lo sufren Neymar y Griezmann. La mayoría de los que de aquí se fueron no han levantado cabeza en otros lares: Ronaldinho, Eto'o, Valdés, Cesc, Thiago, Alexis, Bravo... Los ejemplos son innumerables. Neymar y Griezmann se arrepienten y el debate radica en si se les debe perdonar. Fútbol tienen; pecado original, también. Que lo sepan: el Barça es más que un Club. Vengan o no vengan, el Barça ya ha ganado.