Ordenen la casa, por favor

Dembele, Bartomeu y De Jong

Dembele, Bartomeu y De Jong / FC Barcelona

Gerard López

Gerard López

El Barça vive momentos de incertidumbre, de desconfianza y de inestabilidad institucional que han acabado afectando al vestuario y, como consecuencia, a los  resultados del equipo. El irregular inicio de curso del Barça es secuela de un verano turbio, repleto de decisiones extrañas -a veces incluso contradictorias- que han provocado una desunión entre  los estamentos del club. Aquí acaba perdiendo solo el Barça. Y esto no puede ser. No se puede aceptar.

El primer signo de esta inestabilidad fue la dimisión de Jordi Mestre como vicepresidente deportivo y la destitución de Pep Segura como director deportivo. Todo ello a mitad del mercado. Con Bartomeu como presidente, el cargo de máximo responsable deportivo es una figura inestable. Los datos lo demuestran ya que durante su mandato se ha cargado a Zubizarreta, a Robert Fernández y a Pep Segura. Además, le ha ofrecido el cargo a Carles Puyol (quiere decir que se cargaba también a Éric Abidal) y el excapitán le ha dicho que no, pues no quiere meterse ahora en este berenjenal.

El segundo motivo de esta desunión que vive ahora el club es la planificación deportiva. Se ficha a Griezmann, el club se gasta 120 millones de euros, tiene que pedir un crédito y luego, sin dinero, se va a por Neymar, que pertenece a un club enemigo. Neymar no era prioritario porque tu apuesta fue Griezmann. La contratación del francés tiene un hándicap deportivo pues donde mejor juega es en el lugar de Messi y sufre cuando juega de extremo izquierdo. Aun así, es un jugador que aporta un margen de confianza porque estamos hablando de un gran jugador.

Causas

Como decíamos, y como tercer punto, ir a fichar a final del mercado a un jugador que pertenece al PSG es un suicidio porque sabes de antemano que es una guerra que vas a fracasar. Y más si vas sin un euro en el bolsillo. Con estos movimientos, el Barça encabronó a Dembélé y a Rakitic... y al vestuario en general. Con Neymar, el Barça hubiera sido más fuerte pero... ¿es normal ir a por Neymar cuando te has gastado ya mucho dinero con Griezmann?. Así pues, aparecen una serie de preguntas sobre ¿Quién planifica?, ¿El entrenador?, ¿La secretaría técnica a la que decapitas a mitad de mercado?, ¿El presidente?, ¿El vestuario?

Y luego está el esperpento vivido la pasada semana con el juicio de Neymar y el Barça por las comisiones de una renovación que se hizo efectiva durante seis meses, el tiempo que pasó desde que renovó hasta que se fue.  Un jugador al que quieres fichar, te lleva al juzgado y te pone la condición que retira la demanda si el Barça le ficha la próxima temporada. Es un chantaje.

A todo esto, aparecen muchas declaraciones de jugadores en las que transluce la falta de sintonía entre el vestuario y la directiva. Messi primero en SPORT, luego Piqué tras el partido contra el Getafe... El vestuario no está contento con la directiva, algo que no puede pasar porque es el principal activo del club. No puede ser que, como club, no tengas buena relación con el vestuario, algo que da la impresión que sucede. Lo ideal sería que todos fueran en una misma línea.

El Barça siempre fue un club del socio, dialogante y tengo la impresión que el presidente ha optado por gastarse incluso lo que no tiene para hacer un gran equipo de fútbol y de basket para conquistar Europa sin entender que antes del dinero hay cosas más importantes para los jugadores, que es tener un club ordenado para que todos remen en la misma dirección. Y esto es lo que hoy no es el FC Barcelona. Ordenen la casa por favor, siempre desde la transparencia.