La oposición más constructiva de la historia

Víctor Font, ex candidato a la presidencia del FC barcelona

Víctor Font, ex candidato a la presidencia del FC barcelona / JAVI FERRÁNDIZ

Ernest Folch

Ernest Folch

A Victor Font le derrotó una pancarta, que es lo mismo que decir que ganó el carisma de Laporta. Casi un año y medio después de aquella inapelable derrota y tras un riguroso silencio, Font compareció ante los medios para analizar la actualidad blaugrana

Sus más de 16.000 votos obtenidos en las últimas elecciones lo situaron a años luz de la mayoría aplastante de Laporta pero lo avalan para ser algo así como una especie de jefe de la oposición, una figura no reconocida pero que se concede oficiosamente: Sandro Rosell fue el jefe de la oposición de Laporta, Laporta fue el de Bartomeu, y Font será el de Laporta.

El de Granollers fue ayer muy contundente en cuestiones de gestión (denunció con mucha dureza la improvisación, la idea de llevar el Barça como una empresa familiar, y la colocación en el club de familiares y amigos), seguramente los puntos que más incomodan a Laporta y que peor puede defender.

En cambio fue más suave en el área deportiva (reivindicando que fue el primero en creer en Xavi) y con la salida de Messi (aunque recordó que él tenía un plan para evitarla), fue hasta sorprendemente comprensivo con la relación de privilegio que el presidente tiene con Florentino (diciendo que era "inteligente" buscar alianzas con el eterno rival) y se alineó con Laporta en la defensa de Piqué.

Su acusación más dura fue decir que "Laporta pone en riesgo el modelo de propiedad del club" pero matizada al instante diciendo que era sin querer porque estaba convencido que el presidente no quería voluntariamente transformar el club en sociedad anónima. 

El resumen es que fue una crítica constructiva, en general bien argumentada y que confirma que Font no fue un buen candidato pero podría ser un buen presidente. Se le puede reprochar que no haya esperado a que se activen las palancas y que podría haber aguantado un poco más para tener una foto más completa y emitir un juicio más completo.

También entró en algunas críticas excesivas en el área deportiva, como por ejemplo reprochar que todavía no se haya cerrado la renovación de Gavi: como buen gestor, Font sabe que un buen acuerdo no tiene por qué cerrarse rápido.

Lo que sí quedó claro es que la suya fue una crítica leal y bien expuesta. Los que ayer decían que Font había hecho una gran rajada no deben haber visto en su vida las sesiones en el Congreso donde se menosprecia, se grita y hasta se abuchea. Y comparado con las redes sociales donde más que opinar se vomita, las críticas de Víctor Font sonaron a pequeños pellizcos con guantes de seda. Tiene pinta de ser la oposición más constructiva de la historia. Esto también contribuye a hacer del Barça un club más fuerte y democrático.