Operación Pogba: ni posible, ni asequible, ni conveniente

Pogba durante un partido de la Premier League contra el Arsenal

Pogba durante un partido de la Premier League contra el Arsenal / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Se acabó el sueño de Pogba si es que alguna vez existió. El Barça ha dado en los últimos días pasos tímidos para sondear el entorno del jugador pero se ha encontrado con la indiferencia absoluta del Manchester United, que ni siquiera está por la labor de contestar a poco más de 24 horas para que cierre el mercado de la Premier.

La ‘operación Pogba’ ha parecido más un ensueño de los nostálgicos del músculo que una opción real del club, que en todo momento tenía claro que fichar un jugador que hoy cobra 12 millones netos más un traspaso que en ningún caso bajaría de los 150 millones es hoy una operación poco menos que suicida.

Pogba es sin duda un extraordinario jugador con un físico portentoso, que viene además de cuajar un buen Mundial, pero está por ver que sea exactamente lo que ahora necesita el equipo de Valverde. Lo cierto es que el entrenador blaugrana no ve claro el fichaje de Pogba porque piensa que para este ‘plus’ físico y de competitividad ya tiene a Arturo Vidal: no hace falta repetir cromos, y menos si son tan caros. Pero en el trasfondo del fin de la ‘operación Pogba’ habita una realidad que no puede negarse: el Barça hoy simplemente no tiene músculo financiero para fichar un ‘crack’ de la Premier o de clubes ricos como el PSG, simplemente porque los salarios y los traspasos que se piden son inalcanzables para la economía de una entidad todavía tradicional, que no recibe ninguna inyección extra de petrodólares y que además en los últimos años se ha equivocado demasiadas veces sobrepagando a futbolistas que luego no han rendido de acuerdo con su precio.

Digamos que el Barça deberá seguir atento a las oportunidades de mercado que surjan y debe proseguir en las exitosas operaciones de venta que está realizando y que ayudan a enmendar errores pasados, pero debe asimilar de una vez que el futuro solo será viable si se olvida de apuestas imposibles que solo pueden debilitar todavía más su capacidad de competir con los otros grandes clubes de Europa, a los que solo ha dominado cuando ha tirado de su cantera.