No lo olviden: la afición no lo olvidará

Piqué se lamenta durante tropiezo del Barça en el Ciutat de València

Piqué se lamenta durante tropiezo del Barça en el Ciutat de València / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

Ni el paso de los días, ni la llegada del buen tiempo ni el mayor control de la pandemia hacen olvidar al aficionado culé la vergüenza que su equipo le ha hecho pasar en los últimos encuentros. Cuando hizo lo más difícil, que era remontarle 12 puntos al Atlético de Madrid, el Barça se encontró con una oportunidad de oro para colocarse líder y casi sentenciar la Liga. Su respuesta ante este desafío ha sido contundente: una derrota, una victoria y dos empates. Una auténtica decepción. Se ha borrado del mapa, ha bajado los brazos y ha tirado la toalla, como un pésimo competidor.

Y así es inevitable que nos acordemos de tantas decepciones que ha encadenado en los últimos años (Juventus, París, Lisboa, Liverpool...) como si a esta plantilla se le haya olvidado el placer de ganar, de concentrarse en un partido, de competir. En definitiva, el placer de vivir por y para este deporte. Seguramente no ha tenido entrenadores que les hayan alimentado este deseo, pero no vale siempre mirar al jefe.

En todos estos partidos hay denominadores comunes. Antes era muy fácil culpar al antiguo presidente, pero ahora ya no pueden hacerlo porque el que hay, les gusta. El clima extradeportivo ha disminuido, pero las decepciones en el campo permanecen. Cambian los presidentes y muchos jugadores se van, pero un poso pernicioso, perdedor, ha quedado en el vestuario. Y así es inevitable mirar a una serie de jugadores que deberían ayudar al capitán a liderar al grupo, a dar un paso adelante y se limitan a ser meros acompañantes de la estrella, a vivir de su estela.

La Liga se acaba, ahora se irán borrando jugadores en los dos partidos que quedan porque no les apetece jugarlos, pero no se olviden que el aficionado no se va a olvidar de esta nueva decepción que le han hecho vivir. Porque si les elogiamos cuando hicieron vivir al aficionado muchas alegrías, es de recibo también señalarles cuando se acumulan las decepciones.