¡Ojo con lo que proyectas!

Todos sabemos que el tenis es un deporte muy mental, hoy os comparto dos experiencias que para mí fueron muy relevantes en mi carrera profesional 

En 1997 tenía 23 años y estaba disputando el prestigioso torneo del foro itálico en Roma. Fui pasando rondas hasta alcanzar la gran final. La noche antes de ese encuentro estaba cenando junto con mi ‘coach’ Javier Duarte, seguramente la persona más influyente en mi carrera deportiva. Apenas hablamos del encuentro del día siguiente, la semana había sido muy intensa y dejamos la táctica para horas antes del partido. 

Un rato después, estaba solo en la habitación del hotel y justo antes de dormirme, cerré los ojos e imaginé la felicidad tan inmensa que sentiría si ganaba al día siguiente. No solo conseguiría el primer Masters 1000 de mi carrera, sino que además sería Top 10 mundial por primera vez en mi vida. Lo proyecté y lo visualicé con todas mis fuerzas. 

Minutos antes de la final recuerdo estar en el vestuario y al entrar en la ducha después del calentamiento matutino, proyecté lo bonito que sería tener la copa de campeón delante de mí al acabar el encuentro. 

Me iba a enfrentar al chileno Marcelo Ríos, un jugador zurdo con tremendo talento que 3 semanas antes me había derrotado fácilmente en la final de Montecarlo por 6-4,  6-4, 6-3 (antes las finales de Masters 1000 se disputaban al mejor de 5 sets). 

Haber perdido contra el ‘Chino’ Ríos la última vez, no restó ni un ápice de fe en mis posibilidades de victoria. Salté a la pista convencido y logré triunfar por 7-5, 7-5 y 6-3. 

En cambio en el año 2000 ya siendo un jugador consolidado, con mucha más experiencia y ganador de varios títulos importantes, entre ellos el Masters, y varias semanas entre los diez primeros de la ATP, jugaba el Open de Australia en Melbourne y me tocaba Lleyton Hewitt en segunda ronda, (justo unos días antes había perdido contra él en Sidney por 6-4, 6-4 ). 

La noche previa estaba una vez más solo en mi habitación del hotel, y pensando en el partido, no veía la manera de visualizarlo en positivo, pero no le di importancia, no pasa nada, me dije, mañana ya lo verás mejor, no me quise preocupar en exceso, aunque tampoco busqué una solución para mejorarlo. 

Momentos antes del encuentro caminando por el pasillo que nos dirigía a la pista central imaginé que perdía por 6-0, 6-0 y 6-0 delante de 15.000 personas, traté de borrar de inmediato ese pensamiento tan nefasto, pero no fui capaz... 90 minutos más tarde caía humillado 6-0, 6-0 y 6-1, me equivoqué, ¡hice un juego! 

¿Cómo puede ser que alguien con mi bagaje hubiera pensado tan negativamente justo antes de competir? 

¿Sabría reponerme de semejante humillación?

Pues sí, lo hice, unas cuantas semanas más tarde gané el segundo Masters 1000 de mi carrera en Indian Wells derrotando a los mejores jugadores del mundo y sintiéndome ‘tenista’ otra vez. 

Por eso, para acabar, me gustaría deciros que aunque en la época que nos encontramos no nos será fácil visualizar ni imaginar que acabaremos levantando ‘copas’, mi experiencia tenística me dice que hagamos el máximo esfuerzo posible para que todos los caminos nos vuelvan a llevar a Roma. 

El desespero del pádel y del tenis

El pádel está muy preocupado al ver que entrados en la Fase 1 se les permite jugar (solo los outdoor) pero de manera individual, algo incomprensible en un deporte que se juega en modalidad de dobles. Las Federaciones han pedido al CSD que revise esta norma. En caso que así sea también el tenis vería ampliada su normativa y se podría jugar también por parejas en todos los clubs, algo que ayudaría en las maltrechas economías de estos a causa de la crisis del coronavirus.

Eurosport y TVE nos deleitan con la ‘Armada’

Durante estas semanas de confinamiento estas dos cadenas deportivas nos ofrecen la posibilidad de revivir momentos memorables de nuestro tenis. Es una buena ocasión para darnos cuenta del inmenso talento que el tenis español atesora. Sin ir más lejos, estos días hemos disfrutado de nuevo de finales históricas donde siempre había un tenista de la Armada de protagonista. Disfrutemos de todo ello hasta que vuelva la normalidad.