¡Ojito! Que el Athletic ya apalizó al Barça y no hace tanto

Y, mientras, el Real Madrid lo mira en la distancia. Hace tiempo que la tortilla ha dado la vuelta y nada, ni nadie, por más listo, rico y autoritario que sea Florentino Pérez, por más modelo guay de Mango y guapo, que lo es, que sea Zinedine Zidane, parece que vaya a darle, de momento, la vuelta al asunto. El Real Madrid vive en la parte oscura del fútbol y ahora acaban de caerle las siete plagas que le cayeron al Barça. Y ahí está, sin poder fichar, o sí, pero no, mirando cómo el Barça aumenta su protagonismo (lo que más odia ‘Flope’), eliminando al máximo rival de la ciudad, el Espanyol, y ahora asistirá al que, sin duda, es el más grande pulso de la historia de la Copa, un Athletic-Barça primoroso, bellísimo, en dos de los más espectaculares estadios del mundo, frente a dos de las mejores aficiones del planeta, entre dos clubs, no ya históricos, sino tremendamente representativos, con dos conceptos muy distintos aunque parecidos (Lezama y La Masia son dignas de admirar) y dos formas, por necesidad, claro, pero también por historia, distintas de buscar la victoria.

ES VERDAD QUE A NINGÚN TÉCNICO le gusta jugar tres partidos, en tan corto plazo de tiempo, con el mismo equipo pero, en este caso, es un encuentro muy, muy, especial. Son dos históricos que, encima, llevan midiéndose en grandes partidos y competiciones varias veces durante el último año e, incluso, hay revancha coperas y supercoperas que recordar.  De la misma manera, como siempre explica Johan Cruyff, que la Champions no empieza de verdad hasta cuartos, ya estamos en los cuartos de la Copa y, por tanto, esto ya empieza a ir en serio. Cierto, sí, al Barça le hubiese podido tocar algún que otro equipo mucho más accesible, pero este pulso no es fácil porque el Athletic ya le ha ganado, y bien, al Barça, lo que hará que los muchachos de Luis Enrique salgan atentos y no como han hecho en más de una ocasión este año (por ejemplo, en Valencia en Liga; o, sin ir muy lejos, en Cornellá-El Prat, también en Liga), pensando que ganarían cuándo, cómo y dónde quisieran.