Ojalá la eficacia fuera la única preocupación

Nelson Semedo completó un partido muy serio en Lyon

Nelson Semedo completó un partido muy serio en Lyon / VALENTÍ ENRICH

Jordi Costa

Jordi Costa

Un empate a cero fuera de casa en la ida de una eliminatoria no es un buen resultado. Más bien lo contrario, porque quedas a expensas de un gol rival en el Camp Nou para tener un problema. Y, sin embargo, poco se puede echar en cara al Barça que vimos en Lyon más allá del acierto de cara a portería. 

Ante un rival que amenazaba con un ida y vuelta para aprovechar su talento y su descaro ofensivo, el Barça logró tenerlo bajo control casi durante toda la noche. Gracias a una buena presión sobre la salida lionesa y, a ratos, gracias a una gestión fluida del balón a pesar de que Valverde regresó a su 4-4-2 de seguridad, Ter Stegen sólo sufrió al principio en un par de latigazos

Y no: el equipo no logró ver portería y, por lo tanto, sigue sin ganar, tres años después, en un partido de eliminatoria europea fuera de casa. Así, ciertamente, no es fácil avanzar rondas cuando las diferencias ya son mínimas pero, a diferencia de otros partidos, el Barça no sólo no se conformó con el empate sinó que tuvo ambición. Veintidós disparos a puerta dan fe de ello.

La falta de contundencia barcelonista como visitante continental va casi en paralelo a la de Luis Suárez, quien además encadena ahora cinco encuentros sin marcar. De hecho, el equipo sólo ha anotado dos goles en los últimos cuatro partidos, uno de ellos de penalty, porque la sequía del uruguayo se ha solapado con la pseudolesión de Messi y con la reaparición de un Dembélé que todavía anda fuera del tono que sacó al Barça de varias situaciones comprometidas.

Habrá que confiar que el tridente recupere la puntería, porque no se puede negar que están solos en la misión del gol. De hecho, ayer Valverde sólo hizo dos cambios, no quiso recurrir a Malcom -el único delantero que tenía en el banquillo, que ya anotó goles importantes en San Siro y frente al Madrid- e incluso dejó en la grada a Boateng, el controvertido refuerzo ofensivo del mercado de invierno.

A pesar de no poder contar con Arthur, el partido de ayer no estuvo tan lejos en lo futbolístico del 1-1 de Milán y, en cambio, dejó mucho mejor imagen que en San Mamés. El camino de pura eficacia en las áreas que ha dibujado el Madrid para ganar las tres últimas Champions es, por supuesto, una referencia a tener en cuenta, pero ojalá todas las carencias que ha mostrado el Barça durante el curso fueran la falta de puntería puntual. Por una vez, de acuerdo con Valverde: si su equipo se expresa siempre como ayer, no se puede desconfiar de él.