Ojalá que Coutinho sueñe con Catar 2022

Coutinho regresa a Barcelona y asegura que ha superado su lesión, dispuesto a ponerse este fin de semana a las órdenes de Koeman en el arranque de la pretemporada 2021-22. ¡Ojo! Esta vez, con el deseo -compartido por el club- de cambiar de aires, y no de convencer al míster neerlandés de que tiene un lugar en el vestuario del Camp Nou. Vamos, que el fichaje más caro de la historia del club vuelve a ser un problema casi siete meses después, el tiempo que ha pasado desde que cayó lesionado el pasado 29 de diciembre cuando su rodilla izquierda cedió durante el Barça-Eibar. No es humor negro: el momento de mayor brillo de Philippe desde que firmó por el Barça en 2018 fue el doloroso 2-8 de Lisboa frente al Bayern, jugando como cedido. Aprovechó los 15 minutos que le regaló Hansi Flick para firmar dos goles y una asistencia.

NI GOLES NI ASISTENCIAS

Para acabar de diseñar la plantilla -lograr la imprescindible continuidad de Leo Messi- el Barça necesita ingresos en forma de traspasos y reducción del gasto a través del recorte de la masa salarial. Y resulta triste que a estas alturas, lo único que se le pide al brasileño en Can Barça sea eso. Ni goles ni asistencias; simplemente la liquidación de la relación de manera lucrativa. Coutinho llegó para ser el relevo de su compatriota Neymar, su fichaje ilusionó a muchos barcelonistas convencidos de que repetiría de azulgrana sus hazañas como ‘red’, pero su legado es una enorme decepción deportiva, por su indolente intrascendencia. A estas alturas, casi nadie cree en su posible resurrección deportiva en blaugrana -esa película ya la vivimos el pasado verano. La esperanza es que Phil quiera sellar el pasaporte para Catar 2022 con Brasil... con otra camiseta.