Todo o nada ante la mejor defensa

Ivan Rakitic enfrentándose al Barça en la 5ª jornada de LaLiga

Ivan Rakitic enfrentándose al Barça en la 5ª jornada de LaLiga / Valentí Enrich

Pichi Alonso

Pichi Alonso

A Estos dos próximos enfrentamientos ante el Sevilla serán determinantes para conocer, definitivamente, las posibilidades reales del FC Barcelona en esta temporada. Damos por hecho que remontar en Champions League un 1-4 de visitante es más que un milagro, luego las ilusiones de los de Ronald Koeman estarán en seguir luchando por la Liga y la Copa del Rey. Y todo ello pasa por ganar en los dos próximos compromisos al Sevilla: en Liga para seguir vivo y en Copa, marcando dos o más goles y no encajando ninguno para llegar a la final.

De no ser así, la temporada 2020-21 puede hacerse muy, pero que muy larga y complicada. Deberá lograrlo el Barça ante el que en estos momentos es el conjunto que mejor defiende del campeonato. Es, con 16 goles encajados, el menos goleado junto al Atlético de Madrid, pero que viene en mejor dinámica que los rojiblancos. Llevan seis victorias consecutivas en Liga y, en las cinco últimas, no ha encajado ningún gol. Brillante estadística que dice que de los 23 partidos disputados, en 11 de ellos, prácticamente la mitad, ha dejado su portería a cero. Su grandísimo rendimiento defensivo le está permitiendo aspirar a todo sin ser un equipo muy realizador, el peor de los cinco primeros clasificados en ese aspecto del juego.

EL ONCE TITULAR DE LOPETEGUI

Sin Ocampos, Acuña y la duda de Suso, el resto del equipo no parece difícil de adivinar. Bono en portería, al nivel del mejor portero de nuestra Liga, con una línea de cuatro hombres en defensa, con un Jesús Navas últimamente intermitente por los muchos problemas físicos que está acarreando, pero aun así un peligro constante en sus incorporaciones y centros al área, y Escudero en banda izquierda en ausencia del lesionado Acuña. El eje defensivo es de altísimo nivel, con Koundé y Diego Carlos, que juntamente con el pivote Fernando forma el triángulo defensivo que sostiene al equipo; infranqueables en lo físico y con un juego aéreo tanto en defensa como en ataque extraordinario. Junto a Fernando, Jordán va cogiendo día a día más peso específico y protagonismo en el centro del campo por su encomiable trabajo de recuperación, pero también en la organización y creación del juego. Carácter y agresividad en cada una de las disputas, en las que se hace notar.

Diez metros por delante, Rakitic, que en alguna ocasión cede su posición a Óliver Torres, un poco más liberado de las obligaciones defensivas con la intención de enlazar con los de arriba. Suso, que es duda, es la niña bonita del técnico, que apostó por él desde el primer día, incluso cuando no estaba bien, pero que con el tiempo le ha dado la razón a Julen. Se complementa a la perfección con Jesús Navas en esa banda derecha tan peligrosa, dispone de una enorme visión de juego para asistir y busca la diagonal hacia dentro para generar el espacio libre para Jesús Navas por fuera, y para buscar el disparo con esa zurda de oro que tiene. Caso de no poder jugar Suso, las bandas en ataque serían probablemente para Munir y Papu Gómez, dos perfiles totalmente diferentes. El argentino, con el objetivo de venirse hacia dentro para participar del juego interior y buscar su potente disparo, y, en cambio, Munir para darle profundidad y llegar a zonas de finalización en el remate.