¡Nunca entenderemos a Maradona!

Maradona, con la Copa del Mundo de 1986

Maradona, con la Copa del Mundo de 1986 / ARCHIVO.

Alex Corretja

Alex Corretja

La muerte del mito argentino ha conmocionado prácticamente al mundo entero. En especial en su país natal, las imágenes que nos llegan son una clara demostración de que “El Pelusa” para muchos era un auténtico D10S

¿Quién soy yo, o nosotros, para juzgar a Diego Armando Maradona? En realidad... ¿quiénes somos nosotros para juzgar a alguien? Es una pregunta que siempre me hago cuando oigo que criticamos a personas ajenas sin tener mucho conocimiento de ellas. En el caso del astro argentino, la pregunta se puede multiplicar por miles de millones. Seguramente es la manera en la que hemos crecido, pero no por ello opino que esté bien hacerlo. Es imposible que la inmensa mayoría de los mortales entendamos qué significa ser el D10S del fútbol, y en el caso del pelusa, casi me atrevería a decir que del mundo en general. No justifico para nada alguna de sus actitudes ni los múltiples ejemplos negativos fuera del terreno de juego (todos hemos visto en más de una ocasión situaciones que dañaban gravemente su imagen). Pero, ¿alguna vez os habéis parado a pensar qué significa no poder dar un paso en tu vida en ningún lugar del mundo sin ser agasajado por miles de aficionados, curiosos o reporteros? 

Ya sé que hay otros deportistas, actores, cantantes, etc, de fama igual o parecida, que sí han sabido controlar todo este circo mediático a su alrededor. Pero por lo que fuera, Diego no fue capaz. Venir de un barrio muy humilde, un entorno poco favorecedor o amistades peligrosas lo llevaron por el mal camino en su vida personal y él, no supo frenarlo o regatearlo como hacía con tanta maestría en el campo. Se le escapó de las manos, o casi mejor dicho, de los pies. 

Ser Maradona debía ser precioso pero a la vez, un infierno. Yo, habiendo sido deportista profesional, he pasado por situaciones estrambóticas en varias ocasiones. Una de las más surrealistas que viví y que jamás había contado antes me sucedió en el lavabo del aeropuerto de Singapur, unos meses después de haber ganado el Masters. Estaba haciendo pis tranquilamente cuando el hombre de al lado me reconoció y se puso a gritar a viva voz, “aaaaah, Corretja, Corretja”, girándose hacia mí, prácticamente orinándome encima y pidiéndome por favor una foto en ese preciso instante. Imaginaos la de cosas que le pudieron pasar al crack argentino durante su vida y cuantas otras miles de veces le trataron como alguien único e irrepetible; situaciones que probablemente no supo gestionar para evitar perderse en la oscuridad. 

Coincidí con él una sola vez en mi vida. Era el año 2010 y Diego se acercó a ver el Masters de tenis en Londres (era un gran aficionado a nuestro deporte). En ese momento yo trabajaba con Andy Murray y pudimos charlar unos cinco minutos con él. De hecho, el tenista británico publicó el pasado jueves en su perfil  de Instagram una foto del famoso encuentro. Me impactó su humildad, cercanía y muy en especial, su entusiasmo por preguntar y aprender cosas tácticas y de mentalidad en el tenis. Le fascinaba transmitir su pasión por el deporte en general. Al día siguiente, al llegar a nuestro vestuario, teníamos unas camisetas de la selección argentina dedicadas por el mago del balón. Intento no juzgar nunca a nadie por las apariencias y en esta ocasión menos, ya que los cinco minutos que me regaló de su vida, fueron mucho más de lo que jamás hubiera soñado. 

MEDVEDEV SE CONSAGRÓ GANANDO EL MASTERS

El peculiar y auténtico jugador ruso dio una lección de tenis y pundonor la semana pasada para conquistar el torneo más importante de su carrera. Nadie antes había conseguido ganar a los tres primeros jugadores del ranking en el torneo de maestros. Daniil hace tiempo que ha demostrado ser un jugador muy versátil y peligroso, creo que este logro le puede dar la confianza que necesita para el año que viene ser un firme candidato de ganador de Grand Slam. 

¡MUCHA SUERTE EDER SARABIA!

Eder dijo adiós. El que fuera segundo entrenador del Barça hizo público su fin de etapa culé a pesar de expresar públicamente que las formas en su despedida han dejado mucho que desear por parte del club blaugrana. Lo recuerdo con gran cariño. Gracias a mi primera contra, tuve la oportunidad de conocerlo algo más a fondo y siempre me ha parecido un tipo muy sensato y honesto.