Los nuevos socios de Messi

Messi, ante el Villarreal

Messi, ante el Villarreal / LALIGA

Xavi Torres

Xavi Torres

En julio de 2004 el Barcelona jugó un partido de pretemporada en Palamós (0-6). En un momento dado, falta al borde del área. Sucedió que la estrella del equipo, Ronaldinho, preparó el balón con mimo para el lanzamiento a la vez que avisaba a un compañero suyo de 17 años recién cumplidos, de nombre Lionel, para que se acercara a él. Tras un breve discurso, Ronnie se apartó y Messi lanzó la falta. No fue gol, pero a Ronaldinho no le importó. Él ya sabía que aquel niño marcaría muchos goles de falta a lo largo de su carrera. Sabía eso, y muchas cosas más.

Por ejemplo, que el futbolista argentino es una bestia competitiva que lleva muy mal la derrota. Tras la final de la Liga de Campeones de Londres'2011, ganada por el Barça al Manchester United por 3 a 1 con una exhibición maravillosa de fútbol, Pep Guardiola avisó sobre la necesidad de cuidar a Messi y de rodearlo bien porque, en ese escenario, Leo nunca falla. Es evidente que ha habido muchos errores porque, más allá del paso del tiempo -también para él- el burofax del pasado verano estaba cargado de razones para pedir su salida del club de su vida.

Ronaldinho fue, quizás, el primer gran socio de Leo en el terreno de juego pero también es conocido su enorme placer por vivir sobre el césped con Xavi e Iniesta. Y también con Sergio Busquets. Tanto talento e inteligencia futbolística detrás de él le hicieron tan feliz que decidió valorar el rol del colectivo más allá de sus genialidades individuales, hasta ese momento, los rasgos fundamentales de su identidad.

Gracias a ese paso logró disfrutar convertido en el suministrador principal de fútbol de Neymar y Luis Suárez, sus siguientes grandes socios. Cuentan los que saben que Messi no regala nada, ni siquiera un balón en una jugada de un partido amistoso. El 10 lo pasa pero si no regresa con la fuerza y la velocidad apropiadas, frunge el ceño y cambia de costado. Y cruz y raya, porque a él, en las cosas de la pelota, hay poco que discutirle.

Hace dos semanas alguien compartió una conversación con Messi en la que detectó ilusión por haber encontrado nuevos socios futbolísticos: de entrada, una química especial con Pedri. El crack probó y el balón regresó con similar alegría. Y tras un año de cortocircuito, la conexión con De Jong parece haber llegado, también, donde esperaban todos los aficionados del Barça. ¿Será suficiente esta nueva ilusión para decantar su decisión hacia la esperada renovación? Deberemos esperar aún algunas semanas pero acercarse a la Liga con gente joven y buena, ayuda… 

El futuro de Griezmann y Dembélé

Los delanteros franceses del Barça son jugadores de rachas. En este momento, con cuatro goles en los tres últimos partidos, destaca Griezmann mientras que Dembélé, ahora, vive más en el banquillo que en el césped. El fenómeno de las relaciones entre ambos es, como mínimo, curioso.

Veamos los datos. Los dos han sido titulares al mismo tiempo en solo 19 de los 48 partidos disputados esta temporada a pesar de que Koeman, por fin, ha podido contar la mayor parte de la temporada con ambos. Lo curioso es que, en determinados momentos, le funcionó la innovadora fórmula de Dembélé, por dentro, que descartaba a Griezmann.

Sin inventos tácticos, a Didier Deschamps, con la selección de Francia, le ocurre lo mismo: le cuesta ponerlos a los dos juntos sobre el terreno de juego. ¿Por qué, si tienen características complementarias? ¿Tal vez porque su mirada futbolística y su formación no se adaptan a lo que se pretende en Barcelona? ¿O porque ambos necesitan correr? ¿O quizás, un delantero centro por delante de ellos que complemente sus cualidades? Tal vez, un poco de todo.

La realidad es que, rendimiento irregular -y por rachas- al margen, sus futuros están en el aire. A Dembélé le queda un año de contrato y no está por la labor de renovar, y Griezmann firmó hasta junio de 2024. El club tiene unas necesidades alarmantes y ambos acumulan unas fichas altísimas –Antoine, la segunda más alta, tras Messi-. El Barça pretende un proyecto nuevo así que nadie se extrañe si dos más dos acaban sumando cuatro.