El nuevo fútbol es muy extraño
Estadios sin espectadores. Goles sin abrazos. Jugadores con mascarillas en el banquillo. Ruedas de prensa sin periodistas... La Bundesliga arrancó ayer mostrándonos todas las medidas de seguridad sanitaria que deben llevarse a cabo para que puedan disputarse los partidos de fútbol. Alemania es el ‘conejillo de indias’ de la nueva y estricta normativa higiénica que se aplicará, posteriormente, tanto en LaLiga como en la Premier o el Calcio.
El coronavirus nos ha cambiado la vida a todos. Tal vez para siempre. Y ahora que estamos intentando saltar de fase en fase en esta desescalada hacia la ‘nueva normalidad’, poder seguir un encuentro, aunque sea por televisión, es un motivo de esperanza. Un pequeño alivio ante tanto desasosiego e incertidumbre. Aunque las imágenes que hemos visto a través de la pantalla producen también una terrible sensación de tristeza por todo aquello que hemos perdido y que difícilmente vamos a recuperar. Al menos a corto plazo.
Comprobar como los compañeros de Haaland tenían que reprimirse para no lanzarse sobre él, como era habitual hasta ahora, después de marcar el primer gol del regreso de la Bundesliga ha sido realmente extraño. Como extraño es el mundo que nos espera tras el confinamiento. Queda todavía un mes para que LaLiga española se ponga en funcionamiento. Y las dudas sobre cómo será el regreso de la competición empezaron a despejarse ayer con los primeros seis partidos que se disputaron en Alemania. Será muy complicado adaptarse a la nueva situación. Pero no hay otro remedio. Más difícil ha sido pasarse dos meses encerrados en casa y lo hemos conseguido.
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