Un nuevo Barça, un nuevo Valverde

Ernesto Valverde, en rueda de prensa

Ernesto Valverde, en rueda de prensa / DAVID RAMÍREZ.

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça melancólico y triste de San Mamés dejó paso a un equipo vigoroso, alegre, rápido y fantasioso, una prueba de que en el fútbol la línea que separa el cielo del infierno es muy a menudo extremadamente delgada. Con bajas tan sensibles como Messi, Suárez y Dembélé, y obligado a una alineación inédita, el Barça se encontró con la peor situación posible: un gol en contra ante un muy buen equipo, en la segunda jornada de Liga, todavía sin haber sumado ningún punto,  y provisionalmente como colista. Pues fue justamente cuando se encontró en el primer abismo de la temporada cuando el equipo sacó lo mejor que tenía dentro: hacía muchos meses que no se veía circular el balón tan rápido con una presión tan alta. La diferencia entre San Mamés y el Camp Nou fue esencialmente la presencia de Busquets que, salvo un despiste compartido con Rafinha en el primer gol del Betis, iluminó el medio campo del Barça y sirvió para recordar a todo el mundo la importancia capital que todavía tiene su fútbol en la estabilidad del sistema blaugrana.

GRIEZMANN SOPORTA LA PRESIÓN

Mención aparte merece el partido de Griezmann, que dio la cara en un partido complicado, asumió ser la referencia del equipo, y fue decisivo con un gol de’9’ que supuso el empate y con un trallazo espectacular que dio la vuelta al marcador. El mérito del futbolista francés fue que supo asumir la presión de ser la referencia del equipo cuando más se le necesitaba, y se creció en pleno temporal. Solo queda una incógnita: saber cómo y donde jugará cuando se junte con Messi.

VALVERDE POR FIN SE LA JUEGA

El partido sirvió para certificar una nueva cara de Valverde, que parece (por fin!) dispuesto a apostar por la cantera de manera valiente. Carles Pérez fue titular y devolvió la confianza con un partido notable y un gol exquisito. El desparpajo de Pérez, activo, inteligente y rápido, sirve para poner en evidencia el tiempo y el dinero que el club ha perdido inútilmente en los últimos años fichando a los Boatengs de turno. Para rematarlo, Valverde hizo debutar a Ansu Fati, esperanzador en todas sus intervenciones, que con 16 años y medio es el segundo jugador más joven de la historia en debutar con la camiseta del Barça.

SEGUNDO MENSAJE PARA RAKITIC

Este nuevo Valverde no solo es valiente con la cantera, también está dispuesto a echar un pulso con la antigua aristocracia a la que él mimaba. Ayer dejó en el banquillo por segunda vez a Rakitic, y le envió por segunda vez un mensaje muy claro: si decide quedarse en el Barça ya no tendrá el rol de otras temporadas. Avisado queda.