En noviembre no se gana nada

El Barça estrenó su tercera equipación frente al Inter

El Barça estrenó su tercera equipación frente al Inter / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hubo un tiempo, ya muy lejano, en el que los barcelonistas intentaban reilusionarse cada temporada con un Barça que no ganaba nada. En aquella larga travesía en el desierto que significaron las décadas de los 60, los 70 y los 80, conquistar un Gamper ya era un motivo de euforia para unos culés huérfanos de títulos: dos Ligas (73-74 y 84-85) en 30 años. Insufrible.

Nuestros abuelos, nuestros padres y nosotros, de jóvenes, éramos auténticos héroes por soportar semejante tristeza futbolística. Eran los tiempos del “Aquest any, sí!”, una frase que nació de la necesidad de no perder la esperanza en un Barça que daba muchas más penas que alegrías. Los veranos siempre se antojaban eufóricos, pero la realidad de la época se encargaba, rápidamente, de apagar cualquier atisbo de entusiasmo. 

Han pasado los años y, afortunadamente, nosotros y nuestros hijos (y espero que pronto nuestros nietos) vivimos en la abundancia de Ligas y Champions. Y ya no nos conformamos con cualquier cosa. Ya sabemos que en verano no se gana nada. Tampoco en noviembre... Y esta reflexión viene a cuento ante el actual momento del Barça. Un buen momento. Líder en la Liga. Líder en la Champions (y ya en octavos). Y con la certeza de que incluso sin Messi se pueden ganar partidos y hacer un fútbol brillante. Pero, insisto, estamos en noviembre. Y esto no ha hecho más que empezar. Así que antes de volver a la vieja euforia del “Aquest any, sí!” hay que ver cómo evoluciona la temporada. Con calma. Con mucha calma.

En noviembre no se gana nada. Pero puede perderse todo. Y ese ha sido, de momento, el gran triunfo del Barça. Enderezar una campaña que había empezado con un viejo regusto ha pasado.