No nos merecemos este final de Liga

Rakitic, ante Osasuna

Rakitic, ante Osasuna / Valentí Enrich

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

El Real Madrid ya es campeón de Liga, queda una jornada aún por disputarse pero el equipo de Zidane ya ha conseguido distancia suficiente para proclamarse vencedor.Esto es algo que en el mundo del fútbol puede pasar, un equipo es mejor que otro y no hay nada que añadir, pero esta vez es distinto. 

El equipo blanco se ha proclamado campeón porque el Barça ha bajado los brazos después del confinamiento. El equipo de Setién no ha sabido mantener el ritmo competitivo ni ha entendido que esta Liga solo se la iba a llevar el que no cometiera errores, y afrontando este tramo final de Liga como lo ha hecho ha tirado por la borda todo el esfuerzo realizado antes del parón por el coronavirus.

CUESTIÓN DE FE Setién no hizo creer al equipo que todo estaba en sus manos, que tenían una misión y que dependían de ellos mismos para alzar el trofeo de LaLiga. Está claro que esta Liga la han perdido todos, del primero al último de la plantilla, técnicos incluidos, pero la sensación de que Setién no ha sido capaz de mantener el ritmo físico y competitivo del equipo y de que ha mareado más a la plantilla que alinear onces efectivos, hace que nos quede un peor sabor de boca.

La afición no se merecía un final de Liga así, ha visto un equipo impotente, un equipo cansado, agotado, con jugadores que perdieron pronto el punto. Suficiente han pasado los aficionados teniendo que ver a su equipo desde lejos como para que se lo paguen así. El Camp Nou hoy no se pudo expresar pero seguro que el técnico y los jugadores no habrían quedado impunes. La sensación de que esta Liga se ha entregado al Real Madrid ha quedado reforzada con el encuentro ante Osasuna, ha sido la traca final del despropósito y no parece que la Champions lo vaya a arreglar.