En el nombre del padre, del hermano y del ser superior

Griezmann suma dos partidos sin ser titular

Griezmann suma dos partidos sin ser titular / FC BARCELONA

Carme Barceló

Carme Barceló

Me había prometido a mí misma escribir poco o nada sobre el <strong>VAR</strong>, los árbitros y los reglamentos caducos que promueven situaciones como la de la repetición del penalti de Ter Stegen ante el Atleti. Lo cumplo a medias porque la entradilla de este artículo provoca y propicia, pero la familia Griezmann y Setién me han dado alas, como la bebida energética que necesitan el 90% de los equipos de esta Liga. Las redes sociales las carga el diablo pero estoy en un punto tal de escepticismo que ya mal pienso si el ‘pronto’ del hermano de Antoine fue peligrosamente preparado para ser posteriormente borrado con nocturnidad y alevosía.

El padre, con diurnidad, también se ha sumado a la causa. Me regocijo en la retórica mientras Simeone se sube al carro y al mosqueo del clan Griezmann: “Sin palabras”. La hermana del jugador, hasta hace poco la más visible entre contratos y documentales, de momento no ha respirado. Los que si han iniciado los protocolos habituales de desestabilización son los altavoces madrileños. El ser superior vela desde las alturas y se suma a la Santísima Trinidad francesa. En la capital se reza por la Liga que tanto cuesta ganar, que tanto gusta a Zidane y que tanto se ha desmerecido cuando ha sido el Barça quien la ha ganado. Nadie se encomienda a Jovic, Hazard o Bale. Pero ese es otro tema.

A Griezmann nadie le puede negar la actitud y la entrega. Lo que sí puede cuestionarse es si ha dado la talla del campeón del mundo que es, si ha sabido adaptarse a las circunstancias como tal y si, tanto con Valverde como con Setién, ha aprovechado las oportunidades (muchas) que se le han dado. Antoine es un crack, por supuesto, y como tal se pagó. Que ayer el técnico azulgrana estuviera poco hábil en fondo y forma, también. Pero el akelarre familar está de más. Ya sabemos como funciona el negocio y donde nos puede llevar esta situación pero hay que ser prácticos. Y si es posible, inteligentes. Que hay una Champions en juego, de la que poco se habla a seiscientos kilómetros. Que no conviene.