En el nombre del padre

Jorge Messi, en su llegada a Barcelona

Jorge Messi, en su llegada a Barcelona / JAVI FERRANDIZ

Pere Mas

Pere Mas

Se va a hacer muy largo el culebrón del burofax de Messi. Que es una noticia de alcance mundial es una obviedad, pero que la ausencia de datos y la necesidad de mantener la tensión narrativa están causando excesos es un hecho. Como ejemplo, el viaje de Jorge Messi a Barcelona para reunirse con Bartomeu.

El despegue de su avión de Argentina fue emitido en directo por numerosas cadenas sudamericanas como si se tratara del Papa o de un jefe de estado. Su llegada y primer día en Barcelona se han traducido en periodismo de persecución, como si de una tonadillera se tratara, aderezado con medias verdades y ausencia de mascarillas en algunos momentos de barullo. Mal, muy mal.

Llegó al aeropuerto con un “no sé nada” de manual pero quien tuvo la habilidad de colocarse en parking adecuado fue David Ibáñez en nombre de ‘Deportes Cuatro’. Y le arrancó una jugosa conversación con un momento brillante “-¿Se va a ir Leo del Barça? -No sé nada”. ¿Quién mandó, pues, el burofax? 

Curiosamente en ‘Jugones’ vimos lo que aparentaba ser la misma grabación con un rótulo de ‘imágenes Jugones’. Aquí hay gato encerrado. También tenía su truco la llegada de Jorge Messi a un restaurante “cuando Jorge ha llegado aquí solo estaba la cámara de Deportes Cuatro” pero en realidad era una grabación de móvil con la imagen vertical. Vamos, que la cámara estaba de camino.